Archivan denuncia
AMLO presentó una denuncia penal contra Baños Urquijo, pero ésta no ha derivado en ninguna acción jurídica
La denuncia penal interpuesta en junio por Andrés López Obrador en contra de Emilio Baños Urquijo, suegro del diputado electo César Nava y esposo de Cecilia Romero, comisionada del Instituto Nacional de Migración, no ha derivado todavía ninguna en acción jurídica concreta, según información extraoficial de la Procuraduría General de la República.
La denuncia de López Obrador tiene más un carácter político que jurídico, pues se basó principalmente en recortes de periódico, una presentación “power point” de Eduardo Barousse Moreno, socio de Baños Urquijo, algunas declaraciones de funcionarios federales y columnas de chismes de la industria. Además, la Función Pública ya había desestimado desde mucho antes irregularidad alguna.
El contrato del escándalo es una obra mayor: la supervisión de los trabajos de construcción del Túnel Sumergido que cruzará el río Coatzacoalcos, obra cuyo costo pasó de mil 500 millones de pesos en 2001 a más de 3 mil millones ahora, que ya está cumpliendo su octavo aniversario sin llegar a término.
Banobras, bajo el mando de Felipe Calderón, protector político de Nava, les otorgó un monumental financiamiento que osciló en los 400 millones de pesos, “a fondo perdido”, que fueron depositados en un fideicomiso privado que desde 2003 administra la propia empresa. Aún con la obra detenida, los recursos públicos no dejaron de fluir.
A eso se sumaron otros 200 millones de pesos entregados por Petróleos Mexicanos en 2004, el cobro directo de peajes del Puente Coatzacoalcos I, acordado de antemano con los gobiernos municipales y estatales, y refinanciamientos y ajustes salidos de las arcas del gobierno veracruzano, Banobras y fondos municipales a partir de 2009.
El 22 de marzo pasado, el secretario de Comunicaciones de Veracruz, Marcos Theurel, anunció el reinicio de las obras del túnel luego de un retraso de meses a causa de “los vaivenes de la economía internacional”, diversos ajustes en su calendario y “refinanciamientos necesarios”.
¿En cuánto se elevó el costo de la obra? No hubo posibilidad de conocerlo. “No hay información al respecto”, fue la respuesta en Veracruz.
Baños Urquijo y su empresa GBM SA, mientras tanto, no perdieron el tiempo. En tanto duró el impasse del túnel agarraron otras chambas, como unos estudios de impacto ambiental para la instalación de un tranvía en la zona de Boca del Río, negocios privados de obras en el mismo estado, y por supuesto los contratos de supervisión de trabajos carreteros de la SCT.
Nava, por su parte, se hizo diputado federal electo por mayoría con un lema de campaña que decía “la nueva generación del PAN”, se anotó como aspirante a dirigir el PAN interinamente, y salió en la portada de una revista que, arriba de su rostro sonriente decía, con letras bien grandes, “Poder y Negocios”.
NUMEROS
2001 es el año en que debió iniciarse un túnel sumergido en Coatzacoalcos, pero ocho años después la obra no llega a su término
3 mil millones de pesos es el costo final del túnel, a pesar de que se había solicitado mil 500 millones de pesos en un principio
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