Francisco Gómez Maza en RazonEsdeSer.
* El Banco de México asegura que ya, pero…
* La economía, en caída libre y sin paracaídas
Bueno fuera que la recesión económica en México estuviera tocando fondo, como lo afirman el Banco de México y la Secretaría de Hacienda. Ciertamente hay signos positivos, pero para los ricos. La ignominiosa desgracia es para las clases medias y los millones de pobres, miserables e indigentes. Según la Comisión Económica para América Latina, México es el país al que peor le ha ido con la crisis. La principal explicación es su alta dependencia de las exportaciones a Estados Unidos y Europa. La debacle se evidencia en el desempeño del Producto Interno Bruto – PIB -(que es la suma de todos los bienes y servicios producidos durante un año), con una caída del 8% en el primer trimestre del año y del 10.30% en el segundo. La producción industrial de México en julio cayó un 6.5%, en una tasa anual, pero mostró una recuperación del 2.84 % con respecto al mes anterior. En tanto, la Inversión Fija Bruta cayó en junio un 12.7% en comparación con el mismo mes de 2008. Y si la inversión cayó tanto no entiendo cómo dicen que ya tocamos fondo, cuando las fábricas no disponen de materiales y equipos, ni mercado, para volver a retomar el ritmo de producción que traían antes de la crisis. El país se debate entre el desabasto y la inflación y si hay signos positivos de alguna recuperación son exclusivamente para los poderosos, porque las mayorías de los mexicanos de debaten y están sufriendo la falta de productos de primera necesidad y su escandalosa carestía. Basta con asomarse a cualquier centro comercial o inclusive a cualquier mercado callejero para ve que las amas de casa no pueden ya comprar los productos de primera necesidad.
Para contrarrestar la crisis, el Gobierno mexicano alista una reforma tributaria, pero es una reforma tributaria que ni contrarrestara la crisis porque los recursos que genere se van a ir a gasto corriente y esto téngalo por seguro, ese gasto improductivo que sólo genera nuevos ricos en la administración pública. Tan sólo con la desaparición de algunas entidades burocráticas quedarán en el desempleo alrededor de unos diez mil burócratas, y para ellos no habrá tocado fondo la recesión, y los signos positivos para las grandes empresas, para ellos serán signos ominosos. El paquete incluye un impuesto del 2% al consumo, destinado al combate a la pobreza, que se agrega al 15% del Impuesto al Valor Agregado y un 2% al Impuesto a la Renta. Los críticos advierten que esa reforma inhibirá la inversión y el empleo. Pero con aumento de impuestos no se logrará la recuperación económica. Al contrario, el gobierno de los Estados Unidos bajo los impuestos para las personas físicas y las empresas a fin de que tuvieran recursos para afrontar la recesión. Y aquí nadie está pensando en la reactivación del mercado interno, en momentos en que el mercado internacional sigue absolutamente deprimido y, de ribete, los precios internacionales del petróleo están por los suelos. Y eso es grave porque México es uno de los principales exportadores de hidrocarburos, especialmente a los mercados estadounidenses, que actualmente no están comprando porque tienen reservas en sus grandes cavernas en donde acostumbran a acumular el petróleo que permanentemente le compran a México o a Venezuela.
Como se tenía previsto, Banco de México mantuvo sin cambios su tasa de referencia en 4.50% en su reunión de política monetaria de septiembre, lo que se da por segundo mes consecutivo. Pero en esta ocasión, su comunicado trajo algunas novedades. En primer lugar, destaca un tono más optimista que en meses anteriores respecto a las perspectivas de crecimiento económico. Basado en los últimos datos sobre industria, empleo y confianza del consumidor, el banco central afirma que la economía ya tocó fondo y que "comienza una etapa de expansión". Cómo se ve que los funcionarios y economistas del banco central sólo ven sus numeritos y no se toman la molestia de ir a la calle, a los mercados, a los supermercados, a donde va la gente de la clase media y los pobres a tratar de comprar lo indispensable, porque el dinero no les alcanza para obtener lo necesario. Los economistas del Banco Central están optimistas – yo no lo estoy tanto – y esperan que el PIB vea crecimientos trimestrales en el segundo semestre de 2009, aunque ve que la recuperación del empleo y la masa salarial será paulatina y pueden quedar rezagados. Y para ser honestos, una economía que no crea empleos y que crea desempleo y paga sueldos de hambre de ninguna manera es una economía recuperada. Recuperada sí, para los detentadores de los grandes medios de producción que estos, haya bonanza o haya recesión ni sufren ni se acongojan. Lo otro por destacar es que Banxico omite en esta ocasión alguna referencia a la "pausa" en el ciclo de relajamientos monetarios, mientras afirma que las acciones futuras serán congruentes con el balance de riesgos, en el que, advierte, considerará los posibles impactos inflacionarias del paquete fiscal que finalmente se apruebe, además de contemplar "la trayectoria visible de la brecha del producto". Yo espero que al final los diputados del PRI se opongan a los incrementos de impuestos, porque son antieconómicos, y no servirán para reactivar la economía. Lo que la reactivaría sería lo contrario.
En un comunicado difundido recientemente, el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática reportó que la actividad industrial mexicana, estrechamente ligada a Estados Unidos, cayó menos de lo esperado en julio a tasa anual e incluso logró crecer frente al mes previo. Pero el que haya crecido en relación con el mes anterior no quiere decir que ya haya tocado fondo. Hay que tomar en cuenta que lo que ha permitido tal crecimiento son las industrias extractivas y de energía eléctrica, que ad ovum tienen que crecer porque el transporte necesita de gasolina, aunque esté muy cara, y las fábricas, aunque esté trabajando en sus dos terceras partes de capacidad y los hogares necesitan, también ad ovum, de luz eléctrica. Las manufacturas, que en una mayoría van a Estados Unidos, cayeron 10 por ciento en julio a tasa anual, en el primer tropiezo del año a tasas de un dígito, en una señal de que habría pasado lo peor de la más severa recesión del país en décadas, según los analistas oficialistas, pero ni sus cifras ni sus criterios son confiables, porque siempre, tanto los economistas del Banco Central como los de la Secretaría de Hacienda están acostumbrados a “peinar” sus cifras y presentan cifras positivas para mandar mensajes positivos, pero irreales, a los factores económicos. Y si a la recesión económica se sumó el golpe de la influenza H1N1 en meses pasados, hay que tener en cuenta que ya viene otro rebote más cabrón para la temporada de otoño e invierno. Así que los voceros gubernamentales tienen que ser cautelosos, muy cautelosos, cuando mandan sus mensajes optimistas, demasiado optimistas diría. De ninguna manera se puede cantar victoria, ni en lo que resta del año ni en los dos primeros trimestres del 2010.
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