Más vale tarde que nunca.
Dado que no hubo disculpa alguna por parte del Gobierno Federal en el caso de los Alcaldes michoacanos que estuvieron arraigados casi ocho meses; y a los que nunca les probaron su culpabilidad.
Difícil se veía que la arrogancia de don Felipe le permitiera rectificar por haber inculpado como pandilleros a los jóvenes acribillados en Ciudad Juárez.
Pero como el cuetero, sin posibilidad de que se le permita rectificar pues de todas maneras le estalla el cuete en las manos; cuando finalmente lo hizo y rectificó su dicho, aunque fuera a través de su Secretario de Gobernación, don Felipe solo escuchó reclamos.
Y no fueron sin fundamento, pues si públicamente declaró que los jóvenes acribillados eran pandilleros, también públicamente debe de rectificar y reivindicarlos; no por medio de un emisario y en privado.
El caso es que Calderón dijo que fueron pandilleros y Gómez Mont pidió disculpas por haberlo secundado. Aduciendo que esa era la información que se tenía a la mano y eso fue lo que se le informó a don Felipe.
Pero toda vez que las dos antagónicas declaraciones no pueden ser ciertas, y es lógico pensar que uno de los dos está engañando a la sociedad (no sería de dudarse, los dos lo han hecho) en estos momentos es mejor quedarse con la idea de que don Felipe rectificó y de que finalmente más vale tarde que nunca.
Solo que eso en nada alivia la tragedia y nada se va a solucionar si no se cambian las estrategias de un combate que estaba perdido desde antes de que empezara.
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