miércoles, 17 de marzo de 2010

Del Infierno en Ciudad Juárez.


Del Infierno en Ciudad Juárez.

Solo que en esta ocasión las cosas no salieron tan bien planchadas como la vez pasada en la que, más que Presidente, don Felipe parecía maestro de ceremonias.

Y no salieron tan bien, porque a pesar de que no hubo malos modos (adentro, afuera, lejos de círculo de protección, fue otra cosa) pero los juarences le demostraron, todo con buenas palabras, lo ineptos que son quienes se encargan de la seguridad.

Y de paso también le dijeron, entre líneas, que no se vale echar mentiras. Pues las cifras que dio Genaro García Luna prueban que no tienen ni idea de lo que dice y que al asegurar lo que no es cierto, se convierte en mentiroso (con esos ejemplos, qué otra cosa podría esperarse)

Después de que el Procurador Chávez y el Secretario García Luna se pavonearon con cifras optimistas, se las refutaron.

En Ciudad Juárez, en lo que va del año, han habido más asesinatos que en todo el año pasado. Más de quinientos, aseguró el doctor Arturo Valenzuela, representante del Consejo Consultivo, y se lo dijo de frente.

Pero hay más que comentar. El hecho de que el embajador norteamericano Carlos Pascual haya acompañado a don Felipe Calderón en su tercer viaje a Ciudad Juárez, da mala espina.

Y no porque sea cierto (que si lo es) aquello de que “El que entre lobos anda a aullar se enseña”, pues difícilmente aprenderá don Felipe las mañas del señor Embajador; toda una enciclopedia.

Sino porque hay otro refrán que dice: “Dime con quien andas y te diré quien eres”. La mala fama de Pascual trasciende las fronteras. Y los antecedentes dicen que algo malo nos espera.

Por lo demás, aunque no se duda que entre todos puedan dar con los asesinos, a pesar de que los de allá dicen que fue el “conocido” Cártel de “Los Azteca”, y los de aquí aseguran que fueron los de “La Línea”.

No se puede descartar que, para sin más contratiempos arreglar el “asuntito”, los autores de los homicidios vayan a ser ultimados al resistirse a ser aprehendidos y entregados a las autoridades norteamericanas.

Ejemplo que, dicho sea de paso, de ninguna manera se debe imitar. Pues si aquí vamos a hacer lo mismo, es decir traer a nuestro suelo a los gringos que han matado mexicanos, difícilmente habrá celdas para todos ellos.

Pero de una vez que quede claro, ni las visitas de don Felipe y sus ineptos, ni los matones especiales de los EEUU que vienen de “cacería”, van a poder meter orden (no lo han metido allá, lo van a meter aquí) por lo que nos espera, como espectadores, es ver de lejos el infierno de lo que nos puede pasar a todos si no se legalizan las drogas o se pacta con los Cárteles, lo que ya se antoja demasiado tarde.

Pero gane quien gane, Ciudad Juárez será un infierno. Nada más de pensar lo que pasaría en el caso de que ganaran los “buenos” y dejaran al otrora Paso del Norte sin droga.

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