martes, 20 de abril de 2010

Sabina y Calderón comieron, bebieron, cantaron y mantuvieron sus tesis



Se dijeron cosas muy bonitas; fue muy interesante: Tania Libertad
Sabina y Calderón comieron, bebieron, cantaron y mantuvieron sus tesis
Claudia Herrera Beltrán

Periódico La Jornada
Martes 20 de abril de 2010, p. 12
Un achispado Joaquín Sabina salió de su encuentro con el presidente Felipe Calderón aún con los labios entintados de vino y diciendo: El ingenuo era yo, pero mantuvo su opinión sobre la lucha contra el narcotráfico al dejar Los Pinos, donde, como contó Tania Libertad, bebieron un poquito de tequila y cantaron.

Fueron tres horas que transitaron amenizadas por los acordes de las guitarras, las trompetas y el guitarrón del Mariachi de la Secretaría Marina mientras el presidente Felipe Calderón, Sabina y una decena de invitados comieron y entonaron melodías como Ella, Ojalá que te vaya bonito y Nos dieron las diez.

No hubo prensa adentro, pero los comensales hicieron su crónica de la tarde bohemia que marcaría el rencuentro del cantautor de Jaén, España, con Calderón después de que en una conferencia tildó al presidente mexicano de ingenuo por librar una batalla contra el narcotráfico, que sabía de antemano que no la podía ganar.

De aquella rueda de prensa en que Sabina explicó que lo único bueno de que ahora no estuviera Joan Manuel Serrat con él es que no tengo que comer con presidentes pasó una semana.

En ese lapso el Presidente le reviró que lo ingenuo es suponer que si el Estado se repliega contra los criminales éstos simplemente dejarán en paz a la gente.

Amiga de Sabina desde hace muchos años, Libertad se mostró sorprendida con la animada participación del Presidente en el festejo. “Él cantaba todas, porque es un muy fan de Joaquín.”

De gafas oscuras y a bordo de un Jaguar plateado, la cantante relató que no pudo escuchar los mariachis sin que se le antojara cantar. Así que interpretó Cielo rojo, el huapango Cuando sale la luna y varias de José Alfredo Jiménez.

El primero en dejar la residencia oficial fue el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien había escrito una carta hace unos días con precisiones para Sabina, y ahora estaba emocionado, porque escuchó a quien definió como un hombre bienintencionado con el país, que ha encontrado espacios de libertad y de verdad aquí.

Del repertorio musical que Gómez Mont escuchó complacido recordó sólo una canción: Llegó borracho el borracho, y al decirlo se carcajeó junto con los reporteros.

Al final de la reunión, que concitó entre otros al cantautor David Filio; al secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, y a la presidenta de Conaculta, Consuelo Sáizar, había visiones matizadas o atemperadas.

Después de comer pescado, ensalada y un buen postre, según Libertad, Gómez Mont rechazó que el invitado se hubiera arrepentido de su dicho. No había por qué retractarse. Él lo único que dice es: ser ingenuo significa tener capacidad de la esperanza y de seguir peleando aun en aquellos casos donde los espacios para esperar, reaccionar y defenderse se reducen.

La ingenuidad, diría el ex panista, es un acto de buena fe que puede ser superado sólo con verdad y con compromiso.

Lejos del malestar demostrado hace una semana, cuando se inconformó por las críticas del cantautor, lo definió como amigo del Presidente y portador de una voz inteligente, que debe ser escuchada, porque está preocupado por el país.

Quizá todos cedieron un poco porque, según Joaquín Sabina: Cada uno discutió, y mantuvo sus tesis con el mayor grado de civilización. Es un lujo, y remató: Yo sigo opinando lo que opinaba. El Presidente también.

Libertad, quien entonaba para los reporteros Y nos dieron las diez, diría que todos aprendieron algo: El Presidente estaba muy receptivo y Joaquín le repitió lo que le había dicho y le dijo que no se arrepentía. Además se dijeron cosas muy bonitas y fue muy interesante. Ojalá hubiera sido abierta para hubieran podido captar el buen ambiente.

Quizás algo tuvieron que ver los mariachis, vestidos de color crema y bordados dorados, con el que el Ejecutivo anhelaba tener una parranda durante su estancia en México y que finalmente acompañó a ambos.

Aunque el titular de Gobernación respondió con un rotundo no cuando se le preguntó si el Presidente había cantado, el autor del nuevo disco Vinagre y rosas lo elogió por haberlo entonado mejor que yo, aunque acotaría que eso lo hace cualquiera.

Fuente: La jornada
Difusión AMLOTV

No hay comentarios: