RENÉ SÁNCHEZ GALINDO
La Cámara de Diputados federal reprobó la cuenta pública 2007, primer año de ejercicio de la incierta administración de Felipe Calderón.
Esto quiere decir que al revisar “las cuentas” de los recursos públicos, que son de todos los mexicanos, el Congreso encontró que el manejo del dinero no se apegó a la normatividad.
¿En qué se basaron los diputados para reprobar a Calderón?
En primer lugar tomaron en consideración el informe de resultados de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), órgano del Poder Legislativo con autonomía técnica y de gestión.
El informe reportó la práctica de 962 auditorías, donde detectó 952 incumplimientos a diversos principios de contabilidad gubernamental; determinó 9 mil 557 observaciones y promovió 10 mil 873 acciones por un monto de 60 mil 723 millones de pesos.
Por otro lado, el sustento jurídico que utilizaron los diputados para decretar que no existen elementos para aprobar la cuenta pública fue la fracción VI del artículo 74 constitucional.
“Artículo 74. Son facultades exclusivas de la Cámara de diputados: VI. Revisar la cuenta pública del año anterior, con el objeto de evaluar los resultados de la gestión financiera, comprobar si se ha ajustado a los criterios señalados por el Presupuesto y verificar el cumplimiento de los objetivos contenidos en los programas” públicos.
Los panistas argumentaron que no existe la palabra aprobar en la Constitución. La respuesta del diputado Jaime Cárdenas fue que está implícita en “evaluar”. El hecho es que se comprobó que el gasto no se ajustó a la normatividad vigente.
Cabe preguntarse por qué han pasado seis años sin que la Cámara de Diputados resuelva sobre las cuentas públicas.
La respuesta es por la complicidad del PRI. Desde que en 2004 reprobó la cuenta pública de 2001 de Vicente Fox, abandonó esta facultad.
Hoy debido a las habilidades del diputado Mario di Costanzo del movimiento de AMLO, el PRI aceptó reprobar a Calderón como legalmente corresponde.
Fuente: La Jornada de Oriente
Difusión: Soberanía Popular
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