Julio Ricardo Blanchet Cruz
• No es suficiente…
07 mayo 2010
jrbc@diariolibertad.org.mx
Ya reconocieron los delitos y pidieron perdón; pero no es suficiente…
La PGR debería de encargarse de la investigación, no solo para encargarse de que los abominables curas pederastas y que debidamente paguen sus bajezas, sino también para encontrar y también castigar a quienes los protegieron…
Y se dice que no es suficiente porque lo mismo han hecho a través de la Historia. Después de que hacen sus barbaridades, todo en el nombre de su inexistente dios, creen que todo se arregla con perdones, bendiciones y estampitas. Y ya no es así…
El delito de complicidad existe y lo justo es que se encarcele a los responsables. Si ya se murió Juan Pablo II y la Justicia mexicana no puede alanzar Benedictus XVI, que no se olvide que aquí tenemos a Norberto Rivera Carrera…
Y a Hipólito Reyes, el obispo de Jalapa que probadamente anda por las mismas. Y muchos y muchos más, no nos podemos olvidar de Juan Sandoval Iñiguez, otro repugnante pederasta que hace lo que le viene en gana…
Ya pasaron los tiempos de la $agrada Inquisición, también llamado $anto Oficio, cuando la bajeza del ser humano se manifestó con toda su crudeza, y pidieron perdón…
Y no basta con que a Galileo Galilei lo hayan perdonado post morten. Ni tampoco a Don Miguel Hidalgo y Costilla, o al “Siervo de la Patria” Don José María Morelos y Pavón…
Aunque su excomunión sirva olímpicamente para dos cosas, para nada y para una tiznada; lo mismo que sus indulgencias plenarias (garantía de ir al cielo sin visa ni pasaporte)…
Con las que engañaron a sus “ovejas” diciéndoles que irían directo con Dios si mataban a un musulmán. Como lo hicieron durante las Cruzadas…
Porque ahora se alarman cuando en la religión de Alá, sus fieles son conminados a matar a un cristiano…
No basta con su cansada retórica, su reiterado perdón y su hipócrita arrepentimiento. Que los perdone su Dios, que según ellos es su oficio, el andar perdonando…
Pero lo que han hecho aquí en La Tierra, que aquí lo paguen…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida
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