No nos ayuden compadres

No nos ayuden compadres

RAMI SCHWARTZ

El clamor de los paisanos al otro lado de la frontera es unánime y se puede resumir en cuatro palabras: “no nos ayuden, compadres”. Ese mensaje, que retumba fuerte en los foros de Internet va dirigido al presidente Calderón, a los diputados, senadores, asambleístas, comunicadores y en general a toda la nociva fauna política que es la causante de que millones de mexicanos hayan huido de su país en busca de refugio económico en los Estados Unidos.

No hay político en México con calidad moral de recriminar nada a los norteamericanos, mucho menos de llamarlos racistas, neonazis ni todas las palabras llenas de ignorancia que escupen sus poco educadas bocas. En el colmo de su ignorancia, muchos se han atrevido a decir, palabras más, palabras menos, que los Estados Unidos no serían nada sin los indocumentados mexicanos y que gracias a ellos los Estados Unidos son una superpotencia.

¿Acaso Henry Ford, George Washington, Bill Gates, Samuel Adams, Abraham Lincoln, Tomas Alva Edison o Neil Amstrong fueron indocumentados mexicanos? Pero de que abren la boca, la abren, y cuando lo hacen dicen tontería y media, cuando sueltan la lengua ya nadie los para. Y no sería la primera vez que las declaraciones llenas de ignorancia y rencor por parte de nuestros políticos obstaculizan y hacen más difícil la labor de los indocumentados o los que abogan por sus intereses del otro lado de la frontera. ¿Cuánto les costó, por ejemplo, la declaración del Babalucas Fox cuando se refirió a los negros como unos flojos que no quieren trabajar y luego la quiso arreglar comparándolos con Memín Pingüin?

De la misma forma, en esta ocasión, el “boicot” (jajajaja) impulsado por el presidente Calderón a Arizona, en nada contribuye a la lucha de los inmigrantes mexicanos por su emancipación a los Estados Unidos. Si tanto boicot quiere, ¿Por qué sigue permitiendo varios vuelos diarios de la Ciudad de México a Phoenix? ¿Por qué no suspende a USAir y le impide volar de Phoenix a México?. La respuesta es sencilla, porque es un boicot de lengua.

Incapaz de reconocer que él y la clase política que encabeza son los principales responsables del éxodo masivo de mexicanos a los Estados Unidos, que son los mayores culpables de los miles de muertos en el candente desierto de Arizona; imposibilitados de reconocer su culpabilidad en el pésimo manejo de la economía y el error de abril, la nula generación de empleos, la corrupción que corre por las venas de todos los altos funcionarios del gobierno, la ineficiencia de gobernadores, secretarios de Estado, diputados, senadores y demás colaboradores, sin la humildad necesaria para pedir perdón a tantas y tantas familias destrozadas, tantos padres arrancados de sus hijos y esposas, prefieren, al más puro estilo del priismo postrevolucionario recalcitrante, arroparse en la bandera mexicana y gritarles a los gringos cuanta tontería le viene en mente.

Y vaya que las mentes de nuestros políticos son campo fértil para las babosadas: "no es por la vía de la discriminación o la vía represiva, como se puede resolver un problema (el fenómeno migratorio) que tiene razones económicas, sociales e históricas". Sí, tiene razones de esa naturaleza pero además hay razones de corrupción, ineficiencia, violación de derechos fundamentales de los mexicanos por parte del gobierno en todos sus niveles y los políticos, más preocupados por su imagen y por conservar el poder a toda costa que por el bienestar de sus gobernados.

Otra joya… "La contribución de los mexicanos al desarrollo de la sociedad estadounidense y en particular de Arizona ha sido significativa y creo que no sólo pierden los mexicanos, al ser objeto de esta amenaza, sino también pierde Estados Unidos y pierde el estado de Arizona… No puede nadie quedarse cruzado de brazos frente a decisiones que afectan tan claramente a paisanos que han contribuido al desarrollo y la prosperidad de Arizona, que no se entendería sin los mexicanos”. ¡Que soberbia!

Yo espero que esta ley sea revocada y que se transite a una reforma migratoria integral que en primerísimo lugar condene al gobierno mexicano, por corrupto, ineficientes y por ser ellos los primeros en violar los derechos humanos de sus con nacionales. Los ejemplos abundan de lo mal manejado que está este pobre país que ha provocado que millones huyan no de México, sino de su gobierno que es nuestro peor enemigo.

Bien haría Calderón, su gabinete, los diputados, senadores y demás en quedarse calladitos y no estorbar a los hispanos en su lucha por ser reconocidos como ciudadanos estadounidenses. Suficientemente dura la tienen como para encima hacer una contención de daños por las tonterías que escupen sus peores enemigos, los políticos mexicanos. Porque además, todos sabemos lo que busca la clase política, que se firme una reforma migratoria para que los que ya están allá se lleven a sus familias y que millones de mexicanos más se larguen de México, no sólo porque ya no saben qué hacer con ellos sino para que sigan mandando remesas y manteniendo el único programa efectivo de combate a la pobreza.

Pero nuestros políticos no los quieren educar, no les quieren dar empleo, no los quieren capacitar, no quieren respetar sus derechos humanos, nada. Para todos ellos más vale Elba Esther en mano que millones de mexicanos volando y si el costo de apapachar a la maestra es que se larguen varios millones más, pues peor para ellos. Los políticos nuestros solo quieren seguir robando y mantenerse en el poder a toda costa por lo que carecen de calidad moral para decirles nada a los norteamericanos.

Quizá por ello en todos los foros en Estados Unidos los mexico-americanos les piden a gritos que ya se callen, que se pongan a trabajar y que no obstaculicen sus esfuerzos. Pero eso no va a suceder, porque nuestros políticos se creen dioses, poseedores de la verdad absoluta y se sienten con calidad moral para ir a dar cátedra de derechos humanos y racismo a los norteamericanos.

Esta clase política, conocida ya como la generación del NO, ya tiene asegurado un lugar privilegiado en el basurero de la historia de México junto a Santa Anna, López Portillo y Victoriano Huerta. Ojala el gobierno de Barak Obama haga lo propio y antes de legislar una ley migratoria integral, condene a esta clase política inútil y corrupta y la arroje también al basurero de la historia universal de la mano de Papa Doc o Duvalier, Idi Amin Dada o Saddam Hussein, gobiernos que pusieron sus intereses personales por encima del interés de sus pueblos, los hambrearon, los maleducaron y los orillaron a la desesperanza. Es el gobierno el peor enemigo de los mexicanos de este y el otro lado de la frontera por lo que mucho ayuda el que poco estorba o como dicen los paisanos en todos los foros, “no nos ayuden, compadres”.

Fuente: Voces del Periodista

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