TANIA DAMIÁN JIMÉNEZ
Este sábado terminó el paro laboral en una de las plantas de Johnson Controls, después de que la empresa desconoció al sindicato que tenía el Contrato Colectivo de Trabajo, como lo exigían los obreros inconformes, y permitió la conformación de una nueva agrupación laboral afiliada al Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del país.
Asimismo, los trabajadores de esta compañía –dedicada a la fabricación de asientos para automóviles– obtuvieron un bono de aproximadamente mil 300 pesos por el concepto reparto de utilidades, lo cual también había sido una de sus demandas principales, a raíz de que sólo les habían ofrecido 104 pesos por dicha prestación.
Las negociaciones iniciaron poco después de las 16 horas del pasado sábado. Rocío Hernández Maldonado, una de las voceras de los trabajadores, señaló que en las pláticas que sostuvieron con los directivos, participó la representante legal de la empresa, Marisela Rodríguez, quien se comprometió a respetar la afiliación de más de 50 por ciento de los obreros al nuevo sindicato y dar las facilidades para la realización de las asambleas en las que se elija al comité ejecutivo.
La trabajadora explicó que desde hace dos años existía inconformidad por las malas condiciones laborales que hay en la planta –localizada en el parque industrial Bralemex, a un costado del estadio Cuauhtémoc–, así como porque el sindicato existente no protegía sus intereses; sin embargo, la falta de pago de utilidades fue “la gota que derramó el vaso” y originó el paro laboral, el cual inició desde el pasado miércoles.
Consideró como un éxito el movimiento laboral que se llevó a cabo, pues la mayoría de las demandas fueron aprobadas por los directivos, incluyendo la incorporación a la nómina de la compañía de los obreros de One Digit, quienes firmaban contratos temporales cada tres meses. Agregó que el comité ejecutivo del nuevo sindicato –que se elegirá en unos días– no se va a confiar hasta lograr que se respeten los derechos laborales, como no trabajar más de ocho horas, el pago de horas extras y el acceso a la salud.
Los trabajadores de la compañía estadounidense pernoctaron en las instalaciones de la planta los días miércoles, jueves y viernes de la semana pasada y tuvieron el temor de ser desalojados debido a la presencia en varias ocasiones de elementos policiacos. Desde el domingo, la planta reanudó actividades.
Fuente: La Jornada de Oriente
Difusión: soberanía popular
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