El primer informe de gobierno de la administración del
presidente Enrique Peña Nieto, publicado ayer, es muy decepcionante para el
fortalecimiento de la protección de los derechos humanos en México.
El discurso del presidente y el informe parecen confirmar la
falta de prioridad del gobierno hacia temas urgentes de derechos humanos que
afectan a millones de personas en México. Es preocupante que en más de 800 páginas hay muy pocas evidencias de
acciones concretas y decisivas de la administración federal al respecto.
Por ejemplo, brillan por su ausencia medidas reales para erradicar la violencia
contra las mujeres, para terminar con las abusos cometidos contra migrantes en
tránsito por México, para resolver la crisis de las miles de personas
desaparecidas y para acabar con la impunidad por las violaciones de derechos
humanos. A pesar del fuerte aumento en
las denuncias de tortura y otros malos tratos
en los últimos años, el documento no hace mención alguna de acciones para
erradicar la práctica de la tortura.
“México se enfrenta a graves problemas de derechos humanos.
Sin embargo, al leer este informe parecería tratarse otro país, donde estos
problemas son marginales o no existen y por lo tanto no hay necesidad de
invertir los recursos del Estado y abordarlos con seriedad.” Afirmó Daniel
Zapico, Representante de Amnistía Internacional en México.
“Si este informe es
un reflejo fidedigno de las acciones tomadas y las que va a realizar la actual
administración, nos enfrentamos a un panorama desolador.” Agregó Zapico. Las
actividades enumeradas en el informe, pero sin mostrar resultados concretos, son indicios de un
gobierno que no parece tener conciencia de los problemas que enfrenta, ni
estrategia ni voluntad para implementar las políticas de derechos humanos
necesarias.
La administración del presidente Calderón se caracterizó por
negar o minimizar la magnitud de las graves violaciones a los derechos humanos
en México. Está ahora en las manos del presidente Peña Nieto tomar acciones
efectivas y así demostrar que no seguirá el mismo camino que su antecesor.
Amnistía Internacional hace un llamado al gobierno a
escuchar y tomar en cuenta los reiterados aportes de las organizaciones
nacionales e internacionales de derechos humanos, así como de organismos
intergubernamentales y de las mismas víctimas y sus familias, para desarrollar
e implementar las medidas concretas con el objetivo de resolver los graves
problemas de derechos humanos que enfrenta México.
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