viernes, 25 de septiembre de 2009

El paquetazo 2010 no convence ni a los aliados del gobierno




México SA
Viejo ya, el cuento de nuevos impuestos para pobres
El paquetazo 2010 no convence ni a los aliados del gobierno
Carlos Fernández-Vega

Con diferencia de unos cuantos días, y de forma por demás temeraria, los secretarios de Hacienda y de Gobernación, Agustín Carstens y Fernando Gómez Mont, respectivamente, aseguraron que la mayoría de los mexicanos está a favor de pagar el nuevo impuesto de 2 por ciento propuesto por el inquilino de Los Pinos. Y la única condición que tal mayoría pone, según ellos, es que los recursos se ejerzan con transparencia. ¿En serio están de acuerdo?

No se conoce la encuesta –mucho menos la metodología–, si existe, que llevó a ese par de joyas del gabinetazo calderonista a lanzar tal afirmación frente a los legisladores, aunque es obvio que en este país la mayoría no tiene voz ni representación. Cuando Felipe Calderón propuso, y el Legislativo dispuso, un nuevo impuesto a las gasolinas, el inquilino de Los Pinos y su secretario de Hacienda –que es el mismo doctor catarrito– no perdieron oportunidad para afirmar que de lo recaudado por el referido gravamen una gruesa rebanada se destinaría, de forma transparente, a los pobres y al combate de la pobreza. Lo único transparente es el resultado, y se constata con asomarse a la calle.

En 2001, cuando el cambio despachaba en Los Pinos, su inquilino, Vicente Fox, presumía su propuesta de lo que pomposamente denominó Nueva Hacienda Pública Distributiva, la cual no era otra cosa que aplicar IVA a medicinas, alimentos y todo lo que se consumiera. En la desesperación, llegó a asegurar que 55 por ciento de los mexicanos ya está convencido de los beneficios que ofrece la reforma fiscal promovida por mi gobierno. Tal porcentaje, obvio es, lo aportó una encuesta a modo ordenada por la propia casa presidencial (dicho sea de paso, tal encuesta nunca apareció). Pues bien, ese idílico 55 por ciento no pasó por San Lázaro y los diputados rechazaron la propuesta.

Como en su momento hizo Fox, ahora Calderón pretende sacar su paquetazo 2010 a golpe de discurso, y sus heraldos (Carstens y Gómez Mont) utilizan la misma fórmula para convencer de que la mayoría de los mexicanos está a favor de pagar más impuestos, con el 2 por ciento al consumo (el IVA disfrazado) a la cabeza. Nada malo sería que a la par de sus declaraciones difundieran las encuestas en las que se sustentan, en caso de existir, desde luego.

En vía de mientras, Los Pinos y sus heraldos insisten en que lo recaudado por ese 2 por ciento se destinaría a sacar de la pobreza a muchos mexicanos. Caso concreto, Agustín Carstens dijo a los legisladores que los cerca de 70 mil millones de pesos que se recaudarían por el IVA disfrazado servirían para apoyar a 34 millones de mexicanos, ya que el fin de ese impuesto es generar recursos para el combate a la pobreza en el país.

Qué bueno, pero por mucho que esa aparentemente voluminosa cantidad de recursos se destine, como dicen, a combatir la pobreza, a la hora de conocer el reparto por cabeza y el monto que implica, nadie con un mínimo de sentido común puede llegar a la conclusión de que alguien saldrá de tan triste condición, pues ni siquiera alcanza para una raquítica torta. ¿Por qué? Bueno, porque de esa voluminosa derrama de dinero aportada por los consumidores, a cada pobre (considerado en el inventario del doctor catarrito) le corresponderían 5 pesotes con 64 centavos por día, o si se prefiere, 2 mil 59 pesos anuales. ¿Quién, con esa lluvia de recursos, sale de la pobreza? Lo anterior, desde luego, en el lejanísimo caso de que se capte lo estimado por Hacienda y que lo recaudado se destine íntegramente a lo que en Los Pinos llaman combate a la pobreza. En el mejor de los escenarios, tal cantidad serviría para que los millones de depauperados en el país sobrevivan sin mayor perspectiva.

Pero más allá de la fábula calderonista de combate a la pobreza, el paquetazo 2010 no convence ni a los supuestos aliados naturales de los gobiernos panistas. Tal es el caso de la calificadora Merrill Lynch, la cual advierte que la propuesta fiscal del inquilino de Los Pinos no representa un serio intento por eliminar los privilegios y aumentar la base tributaria, amén de que los ahorros en el gasto público para el año próximo parecen ser menos significativos de lo anunciado y de que se corre el riesgo de una mayor inflación y una renovada presión en las tasas de interés. Ya sea que el Congreso le reste importancia a alguna de las medidas del titular del Ejecutivo, o que el gobierno no tenga la capacidad de contener la fuerte inercia del gasto, la deuda y los precios públicos (gasolina, diesel, gas o peajes) parecen ser las principales variables de ajuste. Es por ello que el riesgo de mayor inflación y de una renovada presión en las tasas de interés locales se incrementa... En México, la fragilidad estructural de la recaudación del sector público ha probado ser una seria limitación para implementar medidas contracíclicas (que impulsen la actividad en momentos de contracción) efectivas en el ámbito de la política fiscal... La propuesta fiscal del gobierno para el siguiente año, con su serie de alzas en impuestos y la creación de nuevos gravámenes, sólo incrementaría la recaudación en 1.4 puntos del PIB (La Jornada, Roberto González Amador).

El cambio (micrófono de por medio) propuesto por el gobierno calderonista es prácticamente el mismo que promovieron sus antecesores: de mentiritas y utilizando el manual de siempre, para exprimir a los de siempre. No hay visos de un compromiso real para fortalecer las finanzas públicas por medio de mecanismos efectivos y de largo plazo. Una de las alternativas más claras, viables y contundentes ha estado a la vista de todos desde hace muchos años: desaparecer los regímenes tributarios especiales y demás favores de carácter fiscal para el gran capital.

Independientemente de la falta de confianza que, no de gratis, tienen los mexicanos en eso del manejo de los dineros públicos, y de que nadie puede garantizar que ese 2 por ciento se destine a los depauperados, el problema central es que ni en Los Pinos ni en San Lázaro están dispuestos a molestar a los barones, a quitarles uno sólo de los interminables privilegios.

Las rebanadas del pastel

Si de cambios y sensibilidad se trata, allí está la nefasta ratificación senatorial de Arturo Chávez Chávez como titular de la PGR. Si ése es el camino, prepárense, porque aprobarán el 2 por ciento y demás impuestos... El Club de Periodistas de México invita a su 59 foro: La crisis y el paquete económico para el 2010. ¿combate a la pobreza o estrategia recesiva? Participan la maestra Ifigenia Martínez, José Luis Calva, Yuri Serbolov, Vidal Llerenas. Moderan Celeste Sáenz de Miera y José Manuel Orozco Garibay. La cita es a las 18 horas en Filomeno Mata 8, Centro Histórico.

cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx

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