El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, condenó este viernes el lanzamiento de gases a la embajada de Brasil en Tegucigalpa por parte de las fuerzas militares a las órdenes del régimen de facto, que afectó el estado de salud de la mayoría de las personas que se mantienen en esa sede diplomática acompañando al mandatario desde el lunes.
En rueda de prensa, el jefe de Estado mostró las pruebas del hostigamiento del que son víctimas los delegados de sede diplomática y recordó que estas acciones desestiman lo establecido en la Convención de Viena sobre la inviolabilidad de la embajadas internacionales.
El mandatario hondureño, mostró pruebas fotográficas donde se apreciaban a los efectivos militares instalando aparatos que sirven para lanzar los gases , al tiempo que a través de los micrófonos de los medios presentó la grabación del ruido ensordecedor que envía zumbidos y "atacan a los nervios de las personas que están dentro de la embajada".
Entre tanto, Zelaya hizo un llamado a la resistencia y les pidió manifestar pacíficamente, indicándoles mantenerse a distancia de las fuerzas policiales de facto, para que no resulten heridos.
En medio de la conferencia de prensa, se presentó un informe técnico de la situación, suministrado por el doctor Mauricio Castellano, quien según una medición de los gases en el ambiente se presentaron concentraciones de amoníaco, Cianuro de hidrógeno o Ácido Cianhídrico, el cual genera reacción rápida al inhalarlo.
También explicó que al tener contacto con el hierro de la sangre se genera cefalea
y dificultades respiratorias, vértigos y náuseas.
Ante tal asedio el presidente Zelaya fue categórico e indicó que se mantendrá en resistencia. "Estamos dispuestos a resistir, sin importar los riesgos hasta que se establezca la constitucionalidad en Honduras", dijo.
Asimismo, Zelaya agradeció el apoyo dado por el Consejo de Seguridad de la ONU y la condenatoria a la situación vivida en la embajada de Brasil en Honduras.
Por su parte el medico Marcos Girón, pidió a las autoridades hondureñas que permitan el ingresos de los medicamentos expedidos por la Cruz Roja Internacional ya que los necesitan debido a los constantes ataques con gases que han afectado la salud de todos los que se encuentran dentro de la embajada.
"El stock (de medicamentos) que tenemos es muy pequeño (...) somos seres humanos los que estamos aquí, exigimos que dejen pasar esos medicamentos"
El sacerdote, Andrés Tamayo, pidió también la retirada de los cuerpos de seguridad del Estado "a por lo menos un kilómetro" de distancia, pues se encuentra a solo "un metro o menos de un metro" de las rejas de la embajada brasileña.
Exigió "a la comisión internacional que nos retiren esos militares, porque tenemos derecho de estar aquí (...) si están de día tan cerca, ¿qué no pueden hacer de noche en lo oscuro?".
El presidente Zelaya afirmó que "aquí estamos en un régimen represivo que están sacrificando este país". "El diálogo seguirá abierto (...) no queremos más violencia, queremos resolver los problemas en una mesa de negociación", agregó.
Para finalizar la rueda de prensa el mandatario derrocado agradeció a los medios de comunicación tanto nacionales como internacionales el apoyo prestado a la situación por los que los hondureños están pasado.
Militares hondureños comenzaron este viernes una nueva arremetida de presión contra la embajada lazando bombas de gas y bloqueando la entrada de insumos a la sede diplomática.
De acuerdo con el reporte de la corresponsal de teleSUR, Adriana Sívori, varias de las personas que se encuentran dentro de la embajada empezaron a sangrar por la nariz y al orinar. Mientras uno de los médicos que se encuentra en la sede se encarga de atenderlos.
La sede diplomática hasta este viernes se encuentra rodeada con efectivos militares y policías y el gobierno de facto de Roberto Micheletti no se presta para el diálogo con Zelaya.
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