viernes, 4 de septiembre de 2009

Rechazan en San Lázaro solicitud de licencia de 10 legisladores





Rechazan en San Lázaro solicitud de licencia de 10 legisladores
JESUSA CERVANTES

MÉXICO, D.F., 3 de septiembre (apro).- En un hecho inédito, y a tan sólo 72 horas de haber sido instalada la LXI Legislatura, el pleno de la Cámara de Diputados rechazó la solicitud de licencia de 10 legisladores: seis del PVEM, dos del PRI, uno del PRD y uno más del PT.

El rechazo se debió, en algunos casos, a que los suplentes fueron "cuotas" que tanto el PRI como las grandes televisoras no pudieron entregar de manera directa y buscaron hacerlo inmediatamente después de que los propietarios pidieran licencia.

Desde la secretaría de la Mesa Directiva, la diputada del PAN, Silvia Monge Villalobos, leyó los nombres de quienes solicitaban licencia, y luego dijo: "Hoy nos damos cuenta de cuál es la forma en que algunos partidos operan".

Y es que, mediante la burda maniobra, los partidos dieron muestra de cómo le dan la vuelta a la ley electoral, que obliga a los partidos políticos a incluir a 30% de las mujeres.

Y de las diez licencias solicitadas, ocho corresponden al sexo femenino, lo que provocó que a las diputadas que pidieron licencia las llamaran "nodrizas".

Pero más allá de restarle posiciones a las mujeres, punto en el que se centró el debate, se puso de manifiesto que algunos grupos políticos, como el las televisoras y el propio PRI, se valieron de la figura de los suplentes para obtener más escaños en esta LXI Legislatura y con ello allegarse de más votos para sacar adelante las iniciativas que les interesen.

El poder de las televisoras se evidenció al utilizar al Partido Verde para obtener dos escaños más. Por ejemplo, la diputada Mariana Ivette Ezeta Salcedo pidió licencia para dejar en el cargo a su hermano, Carlos Alberto Ezeta Salcedo, quien ha sido consejero de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión.

Otro caso fue el de Kattia Garza Romo, de Nuevo León, quien solicitó licencia para que en su lugar quedara su esposo Guillermo Cueva Sada, primo de Ninfa Salinas Sada, quien a su vez es hija del dueño de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego.

Éstas fueron las dos posiciones que la llamada "telebancada" pretendió obtener a través de negociar con el PVEM las diputaciones suplentes por la vía plurinominal.

En cuanto al PRI, la intentona de obtener más curules se hizo a través del mismo partido y del PVEM, con el que hicieron alianza en algunos estados de la República, en la jornada electoral del pasado 5 de julio.

Sin embargo, en este caso se trató de obtener más curules no para el PRI, sino para los diversos grupos de poder que hay al interior de esa fuerza política.

Así, Yulma Rocha Aguilar, diputada priista por Guanajuato, solicitó licencia para dejar en su lugar a Guillermo Ruiz de Teresa, quien fue vocero del hoy senador Francisco Labastida Ochoa.

Otra posición fue la que pretendió ganar el gobernador Enrique Peña Nieto al utilizar al PVEM. En este caso no se trató de un político cualquiera, sino del hijo del exgobernador de la entidad, Alfredo del Mazo.

Carolina García Cañón obtuvo una diputación plurinominal, pero quería dejar en el cargo a Alejandro Del Mazo Maza, quien por cierto fue vetado por una fracción del priismo nacional para que obtuviera una diputación uninominal.

Ese hecho molestó a Enrique Peña Nieto, quien operó para ubicarlo como suplente, pero una vez que García Cañón solicitara licencia, éste entraría en funciones.

Chiapas es una muestra más de cómo el PRI, al no haber satisfecho a todos los grupos políticos que tiene al interior, utilizó las suplencias.

Así, Ana María Rojas Ruiz quedó como propietaria, y debido al peso que tiene la Confederación Nacional Campesina, la suplencia le fue entregada a Julián Nazar Morales, quien hoy pretendía entrar como titular de la curul y, como en la LIX Legislatura, ser integrante del grupo parlamentario del PRI.

Otro caso curioso fue el de Laura Elena Ledesma Romo, diputada por Baja California, quien pidió licencia para que en su lugar quedara Maximino Alejandro Fernández Ávila, nieto del expresidente de la República, Manuel Ávila Camacho.

El diputado suplente, quien ahora sólo tiene una relación política con el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, fue yerno de éste.

Pero cuando Maximino Fernández se distanció de la hija de Herrera, el PVEM le dio cobijo y lo hizo regidor en Los Cabos, Baja California. Y esta vez, gracias al apoyo del gobernador veracruzano, logró la suplencia, con la que buscaba ocupar la diputación federal.

Otro caso es el de Álvaro Raymundo Vargas Sáenz, quien llegó a la diputación plurinominal por el Estado de México, y al pedir licencia buscaba que su madre, Caritina Sáenz Vargas, quedara en su lugar.

El PVEM también dio cobijo a Rafael Pacchiano Alamán para que luego de pedir licencia entrara su suplente, Alejandra Lagunas Soto Ruiz.

Pero la maniobra no sólo la aplicaron el PRI y la telebancada, también recurrió a ella el PRD, que nombró a Olga Luz Espinosa Morales diputada propietaria por la circunscripción de Chiapas, y como su suplente nombró a Carlos Enrique Esquinca Salcedo, exsecretario de Gobernación de Juan Sabines.

En tanto, el dirigente nacional del PT, Alberto Anaya, pretendió que el suplente de Patricia Nava Pérez, Primitivo Ríos Vázquez, entrara en su lugar.

Pero ni el PT estuvo de acuerdo con esa maniobra. Jaime Cárdenas, diputado por ese partido, pidió la palabra y desde su curul dijo que aceptar las licencias y que entren los suplentes, como en el caso de las ocho legisladoras, "sería cometer un fraude a la nación y darle la vuelta a la ley electoral, que obliga a entregar el 30% de las cuotas al sexo femenino".

De su lado, los panistas reclamaron que Juanito, delegado electo de Iztapalapa, se hiciera presente en la Cámara de Diputados, lo que generó la molestia de Gerardo Fernández Noroña, dado que la decisión de elegir a Juanito, dijo, fue consultada con el pueblo de Iztapalapa, con la clara intención de regresarle la candidatura a Clara Brugada, luego de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se la quitó.

El debate se prolongó por varias horas. Panistas, petistas, perredistas e incluso priistas, todos se manifestaron en contra de la maniobra de que los diputados propietarios solicitaran licencia para que entraran los suplentes.

El PRI, al notar el desacuerdo de varios de sus diputados, solicitó que las licencias no se votaran y los dictámenes se regresaran a la Junta de Coordinación Política, para que en un tiempo indefinido los votara el pleno.

El encargado de realizar dicha propuesta fue el legislador por Yucatán, Jorge Ramírez Marín, uno de los operadores políticos de la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel.

En su turno, la perredista Leticia Quezada, quien lamentó que se utilice a las mujeres como trampolín para que los hombres accedan al poder, adelantó que denunciaría ante el Consejo de su partido la burda maniobra.

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