Por Adriana Amezcua
30 Oct 2009
La ausencia de proyectos a largo plazo y la falta de cambios estructurales han impedido que México se coloque como protagonista en el ámbito internacional. Dos académicos opinan sobre el tema.
José Antonio Cerro Castiglione / Universidad Iberoamericana
Consensuar acuerdos con el BRIC
"El mundo postconsenso de Washington está enseñando que no hay un modelo único de crecimiento".
Así opina José Antonio Cerro Castiglione al hablar sobre el fenómeno encabezado por el BRIC: los países cuyo PIB ha alcanzado altas tasas de crecimiento, superando incluso a las naciones más desarrolladas.
Son los países que han modificado sus estructuras políticas, consolidado regímenes democráticos más participativos al tiempo que se han incorporado al capitalismo global por medio del crecimiento de sus exportaciones.
El gran ausente de este grupo es México. Según el catedrático del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana, su "alto grado en estabilidad macroeconómica" ha sido insuficiente para que crezca. No ha sido suficiente para generar empleo "en cantidad y calidad".
La ausencia de un proyecto adecuado de educación, de una política de ahorro interno y el hecho de tener una sociedad dividida impiden, según Cerro Castiglione, que México avance.
Señala que el país sacrificó la relación con América Latina en aras de fortalecer el TLC. Y ello determinó la forma en que se insertó en el proceso de globalización. A la vista están los costos de tal elección.
Cerro Castiglione considera que el BRIC tiene la posibilidad de incidir en organismos internacionales porque Brasil, Rusia, India y China son los países "que han impulsado más cambios en la cuotas del Fondo Monetario Internacional". Por ello, dice, hay que consolidar acciones comunes con ese bloque.
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Marco Antonio Barradas Quiroz / Universidad Anáhuac
Competir por la diferenciación
Antes del año 2000, no se había perfilado el BRIC, el grupo conformado por Brasil, Rusia, India y China que está cambiando la fisonomía del planeta.
Entonces se hablaba de los BEM (Big Emerging Markets), que ganaban terreno a las economías más avanzadas.
Los grandes mercados emergentes surgían siguiendo la pauta "industralización-mercado-comercio", y México -según los especialistas- contaba con el potencial para despuntar. Para encabezar parte del nuevo dinamismo económico.
"Tuvimos la oportunidad de quedar en el tercer lugar, abajo de China e India", señala Marco Antonio Barradas Quiroz.
Pero el país no terminó de concretar los cambios estructurales económicos, políticos y fiscales, explica el coordinador de la maestría de Negocios Internacionales de la Universidad Anáhuac.
Esto ha implicado llevar a cuestas una década pérdida, y hoy México sigue sin rumbo.
Sin embargo, Barradas considera que la puerta aún está abierta. "Nuestra calificación de riesgo-país sigue diciendo que tenemos lo necesario para atraer a la inversión extranjera".
En su opinión, se debe indagar lo que representa valor para el mercado y tener claro que la competencia debe darse por la diferenciación.
Fuente: Reporte Indigo
Difusión: AMLOTV
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