Marranadas

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El Presupuesto de Egresos se aprobó con la novedad de que el PRI llevó más agua para su molino, más recursos a las entidades que gobierna, y un benefició extraordinario para el estado de México, de Enrique Peña Nieto, por el mayor número de diputados que aporta a la Cámara, y que es allí en donde se ven las ventajas para cualquier gobierno.

Pero, para que el PRI pudiera obtener todos esos beneficios tuvo que negociar y entre lo cedido al gobierno de Elipe Calderón, si leyó usted bien... Elipe porque los mexicanos ya le perdimos la “fe” (si no sólo hay que ver la rechifla que se llevó la semana pasada al inaugurar un estadio en Torreón), tuvo que aceptar varias condiciones: No avalar una controversia constitucional contra el decreto de extinción de LFC; incrementar el presupuesto para Oportunidades; apoyo no inmediato para adquirir un satélite, cuya inversión inicial será de 4 mil 500 millones de pesos; aprobar 2 mil millones para la Cédula de Identidad Ciudadana (aunque no sirva para nada); 800 millones para edificio del Senado, y 3 mil millones para Enciclomedia.

De esta forma y entre el PRI y el PAN se llevaron 90 por ciento de las reasignaciones; en efecto, 60 por ciento para el Revolucionario Institucional, 30 para el Acción nacional, y el resto para el PRD y otros programas.

Lo triste de todo es que bajo la promesa de hacer una Reforma Fiscal Integral para 2010 en donde bajaría el ISR y se gravarían con IVA todos los alimentos y medicinas, se aprobó. No importó que la clase política haya sufrido sólo uno que otro rasponcito, y que el gobierno cumpliera su capricho de mantener una alta burocracia, porque los que pagarán son los ciudadanos mediante sus impuestos.

En total, el Presupuesto de Egresos sufrió 195 correcciones, una cifra inédita en un paquete económico en la historia.

Fuente: El Periódico

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