Yolanda Morales.
Es la opinión que tiene el director para América Latina de la consultoría económica Moodys.com., Alfredo Coutiño.
En una nota emitida desde Filadelfia, el analista reconoce que los aumentos en precios y servicios públicos, como la gasolina, gas o transporte, resultan un medio eficaz para aumentar la recaudación.
“Lo que debe quedar claro es que tanto el gobierno como el Congreso son corresponsables de esta cascada de aumento de precios, uno por no tener liderazgo político para negociar y sacar adelante la reforma y el otro por anteponer sus intereses partidistas”, sentencia.
El impacto fiscal sobre la inflación del 2010 se va a materializar básicamente en los primeros tres meses del año, estima, lo cual podría llevar a la inflación anual alrededor de 5.5 por ciento.
Sin embargo, no descarta que, en caso de que se presente una contaminación hacia otros precios y una realineación de precios relativos más alargada, entonces esto podría llevar a una inflación de 6% para Diciembre.
Este rebote inflacionario definitivamente va a generar el regreso de lo que llama “inflaciofobia” al mercado, el cual va a exigir una reversión del relajamiento monetario desde principios del año.
“Ante la desaprobación de la reforma fiscal y el faltante de recursos para cubrir sus cuentas en el 2010, el gobierno necesariamente ha tenido que recurrir a la única puerta que le quedaba entreabierta: generar inflación para poder aumentar sus ingresos cobrados al público”, afirmó.
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