Los Reyes Magos, que año con año hacen hasta lo imposible por llevar la alegría a los hogares,
también tienen su lista de deseos y cosas que les gustaría recibir en esta temporada, aunque a ellos les gustaría tener trabajo, salud, tranquilidad, prosperidad e incluso menos impuestos.
Ellos no desean un caramelo, un poco de ropa o algún muñeco, lo que en verdad anhelan es que este
2010 puedan conservar su trabajo para llevar el alimento a sus casas, o bien, conseguir algún empleo digno con el que puedan mantener a sus familias, dar educación a sus hijos y ahorrar para que Melchor, Gaspar y Baltasar regresen el 2011.
Durante un sondeo, la señora Susana Méndez deseó que este año los mexicanos tengan prosperidad y que principalmente tengan trabajo, porque sin él no se come, no se bebe, no se viste y no hay nada.
Por ello, reiteró que su deseo es que haya empleo, pues si no se tiene no se pueden comprar los juguetes anhelados por los hijos, los nietos y los sobrinos; sobre todo cuando las cosas que los niños les piden a los Reyes cada vez tienen precios más exorbitantes. “Me di cuenta de que los precios han incrementado muchísimo, los juguetes de verdad están carísimos, además son de mala calidad y hasta pueden ser peligrosos”, advirtió doña Susana y agregó que lamentablemente ahora los niños ya no quieren los hermosos juguetes tradicionales, como todos los que se exhibieron en el mercado Hidalgo, que eran de madera y que son más económicos.
La señora Teresa “N” coincidió con el deseo e hizo énfasis en que lo más importante es tener un trabajo decente para poder sobrevivir y hacerle frente a toda la escalada de precios en los productos básicos. Al respecto, don Gustavo Bermúdez señaló como uno de sus deseos principales que no aumenten mucho los impuestos porque si no, la sociedad mexicana no podrá sobrellevar la situación que afronta el país; además, sentenció: “¡¿por qué tenemos que pagar nosotros por sus errores?!, el que padece es el pueblo”.
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