viernes, 19 de febrero de 2010

Los enemigos de los enemigos.


Las tronantes declaraciones del vocero de la Arquidiócesis primada de la Ciudad de México, de que el PRD es “enemigo de la iglesia” (la igle$ia judía de Roma) al que sorprendentemente, dijo, se ha aliado el PAN.

Son sin duda una clara injerencia del nefasto clero católico en la política de nuestra Patria; y eso, cuando menos hasta ahora, es, o debiese ser penado por la Ley. Y por lo tanto Fernando Gómez Mont, de aplicarse el Derecho, debería de renuncia a su cargo y enfrentar las consecuencias.

Lo que ciertamente que no va a suceder en un México en el que la Justicia siempre se ha negociado.

Pero ya que de enemigos quieren hablar los cura$; cabe recordar que los enemigos históricos de nuestro México siempre han sido precisamente ellos, los representantes del clero (el cártel del Vaticano se podría llamar)

Baste recordar cuando le dieron dinero a Antonio López de Santa Anna para que derrocara y expulsara del territorio nacional, como así sucedió, al ilustre don Valentín Gómez Farias.

Quien a la sazón era el Presidente de la República y el autor de las Leyes de Reforma que le quitaron a la igle$ia las muchas prerrogativas de que gozaba desde los tiempos de la Colonia, y que le costaron a la Patria tres años de sangrientas luchas.

Por lo que al igual que de los pederastas, los curas vaticanos son los menos indicados para hablar de de la política interior de nuestra Patria; que si bien es cierto que anda de cabeza, no es un asunto de incumbencia del Vaticano y sus espías.

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