Humberto Hernández Haddad
humberto.hernandez.haddad.@gmail.com
1. Durante las últimas semanas se han escuchado diversas voces tratando de dilucidar lo que ocurrió con el rescate financiero que el gobierno de Clinton ofreció al gobierno de Zedillo en 1995. Un análisis objetivo sobre la evolución del sistema bancario de México y su futuro previsible requiere refrescar varios hechos guardados en la memoria político-diplomática del gobierno mexicano, para comprender la plataforma institucional sobre la que se fraguó la quiebra del sistema bancario mexicano en 1995, seguida por el oneroso rescate aplicado mediante el Plan Clinton-Rubin-Summers, que dio paso al Fobaproa-IPAB, hasta llegar finalmente a la venta de los bancos mexicanos a las corporaciones financieras extranjeras, situación en que hasta hoy se encuentra.
2. Es muy importante ubicar tiempos, lugares y circunstancias sobre los arreglos internacionales que precedieron a la crisis de insolvencia que estalló en México en diciembre de 1994, y sobre todo identificar el papel que jugaron los personajes involucrados.
3. Fue la brillante periodista mexicana Dolia Estévez, quien abordó con gran precisión, desde su oficina como corresponsal de prensa en Washington, esos datos que parecían olvidados después de la tragedia económica nacional de 1995, al recordar que: “En el Capítulo 14 sobre servicios financieros del TLCAN consta que Salinas aceptó dos etapas de transición y un periodo de salvaguardas, por un plazo de 13 años que ya venció. México pudo haber usado la salvaguarda que le daba derecho, de haber consenso con EU y Canadá, a frenar la extranjerización de la banca. No lo hizo.”
4. Recordemos: ¿Quiénes fueron los negociadores por parte de México, Estados Unidos y Canadá que prepararon y acordaron el Capítulo XIV que estableció las reglas para los servicios financieros en el Tratado de Libre Comercio para la América del Norte? Cualquiera pensaría que el negociador por parte de México lo habría sido Jaime Serra Puche, el entonces secretario de Comercio, o que por grado de especialización lo habría sido Pedro Aspe Armella, entonces secretario de Hacienda a cargo de las materias financieras. Pero no fue ninguno de ellos.
5. Por órdenes del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari las negociaciones de la mesa financiera dentro del TLCAN quien las condujo fue José Ángel Gurría Treviño, entonces subsecretario de Hacienda, quien sostuvo reuniones con sus homólogos de Estados Unidos y Canadá para llegar a un acuerdo sobre el capítulo XIV.
6. En junio de 1992, Gurría Treviño se reunió con sus homólogos representantes de Estados Unidos y Canadá. El representante del Departamento del Tesoro estadunidense fue Olin Wethington, quien luego sería nombrado por el Tesoro estadunidense como enviado especial en China y enviado especial para la reconstrucción de Irak, pasando a ser presidente de AIG-China, brazo de American International Group, el gigante financiero mundial de los seguros, que fue rescatado en el 2009 por el gobierno de Washington con una inyección de cientos de miles de millones de dólares.
7. Por parte de Canadá el representante en esos acuerdos fue el economista posgraduado en Toronto, Nicholas Le Pan, quien en 1992 era viceministro en el Departamento de Finanzas del gobierno de Ottawa y encargado de revisar la legislación canadiense en materia de instituciones financieras, administración de riesgos y seguros. De 2001 a 2006 fue el superintendente de las Instituciones Financieras de Canadá y en febrero de 2010 ingresó al directorio ejecutivo del Canadian Imperial Bank of Commerce.
8. Olin Wethington y Nick Le Pan no han publicado sus memorias sobre esas negociaciones en las que se convinieron las reglas para el sector de servicios financieros dentro del TLCAN. Pero como acertadamente lo ha recordado Dolia Estévez, ya han aparecido los libros autobiográficos de Robert Rubin y de Alan Greenspan, donde ambos personajes reflexionan sobre la crítica situación que enfrentó México en 1995, obligando a Estados Unidos a tomar medidas para evitar un tsunami financiero internacional.
9. Es un tema pendiente de investigación determinar el momento exacto en que se salió de control la crisis económica de diciembre de 1994, pero todo indica que la decisión para haberla detonado estuvo más allá del vencimiento de los Tesobonos y que fue calculada estrictamente como una decisión política que buscó llegar a los resultados obtenidos en términos de una apertura financiera que fue forzada y que por ser desventajosa no impulsó el desarrollo real del país.
10. La rapacidad de los grupos financieros que están detrás de estos hechos parece cerca de lograr lo increíble: causar una crisis política en Estados Unidos, país donde se advierte un nivel de malestar popular y tensión social sin precedente que puede estallar en cualquier momento. Ese escenario no lo previeron los negociadores del Capítulo XIV del TLCAN, pero lo padecen millones de estadunidenses que en esta crisis han perdido sus casas, sus autos y sus empleos. México fue un laboratorio para experimentar la aplicación de ese modelo financiero que castiga a la agricultura, debilita la planta industrial, premia a la especulación y el lavado de dinero, que ahora tiene a Estados Unidos postrado en una grave crisis.
Fuente: Forum
Difusión: soberanía popular
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