viernes, 25 de junio de 2010

¿A la cárcel?

El miércoles en la mesa del diálogo que transmite el Canal del Congreso, Purificación Carpinteyro y Francisco Hernández Juárez aseguraron, entre en broma y en serio, que se irían a la cárcel si en septiembre el Legislativo llega a acuerdos para hacer cambios sustantivos a la Ley de Radio, Televisión y Telecomunicaciones y a la Cofetel. Ni cómo decirles que no. La confusa renuncia de Héctor Osuna como presidente y comisionado de la Cofetel confirma los devaneos de una comisión que se construye y desarrolla como una extensión de los intereses de los grandes medios de comunicación, y como parte de los usos políticos del gobierno.
Cofetel tiene entre sus muchas funciones alentar al máximo la industria de las telecomunicaciones. Hasta ahora se la ha pasado en medio de enfrentamientos internos entre los comisionados, sin que se hayan tomado decisiones sustantivas. Cofetel vive entre los intereses de una industria de millones y millones de dólares, la pasividad de los legisladores y los intereses y temores del gobierno. Recordemos que hace pocos meses el PAN y sus nuevos amigos del PRD, echaron a andar la idea de que se aprobarían una propuesta integral en materia de telecomunicaciones. Al final todo diluyó entre la pasividad y la complicidad. Incluso el nuevo “comunicólogo” y envalentonado líder del PAN, César Nava, tiró línea de lo que tendría que hacerse.
No se puede soslayar que la renuncia de Osuna puede tener que ver con el caso de Carpinteyro. El PAN ha medido con dos varas un asunto que desde donde se vea es un delito. Grabar sin autorización es un delito. El hecho de que se sustente una denuncia con base en un delito da idea de los terrenos de la “guerra barata” de la política bajo la cual estamos sumergidos. Si se trata de poner en evidencia al PRI para tratar de “acabar con los ‘señores feudales’”, no han hecho nada en los últimos 10 años en el poder, el delito no importa.
Si se trata de la evidencia de una grabación, también con base en un delito, sobre un alto funcionario que se cayó para arriba y hoy encabeza la Bolsa Mexicana de Valores, el asunto cambia y se le van con todo a quien la dio a conocer. Nava y Purificación Carpinteyro cometieron el mismo delito. En un caso se trata de un político que hace meses estaba tratando de incendiar Mérida, para luego no saber ni en qué terminó el intento, pero que como es parte integral del gobierno en el poder ni quién le diga nada. En el segundo caso se trata de una mujer que cayó del gusto y las atenciones de la clase política en el poder y a la cual no la están dejando ni respirar.
Las grabaciones; la Cofetel en manos de los grandes medios; la “guerra barata”; la falta de acuerdos; los intentos por reformas profundas a la actual ley de medios que quedan en intentos; la pasividad presidencial; los constantes procesos electorales; la defensa a ultranza de buena parte de los concesionarios de los medios para mantener el actual statu quo de la ley; son sólo algunas de las razones por las que Purificación Carpinteyro y Francisco Hernández Juárez no irán a la cárcel en septiembre.
¡OUUUUCHCHCHCHCH! Menos mal que reculó el diputado Eric Rubio del PRI. Quería que Javier Aguirre compareciera ante los diputados. No se sabe para qué, han de querer “explicaciones” de por qué Guardado se fue a la banca, por qué el Guille sigue jugando a pesar de su evidente incapacidad, vaya usted a saber. Ya que están encarrilados deberían pensar en los dueños del negocio. Ahí está la clave a la que viven dándole vueltas.


Fuente: El Universal
Difusión AMLOTV

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