Periodismo corrupto.

EDITORIAL

Periodismo corrupto.

Toda vez que los medios recomunicación no están en manos de periodistas, sino de comerciantes o industriales de la noticia, es fácil entender que el periodismo como tal, es difícil encontrarlo en nuestra Patria.

Pues para ejercer el periodismo sin que sea coartada la Libertad de Expresión (que es la bandera de este medio y su filial de Radio) primeramente se requiere ser libre; lo que en sí ya es bastante difícil.

Pero viene al caso porque siguen asesinando periodistas. Ahora les tocó a Marco Aurelio Martínez Tijerina y a Guillermo Alcaraz Trejo, con los que ya son diez los periodistas asesinados durante el presente año, ante la indolencia de todas las organizaciones que se supone que a eso se dedican.

Como Reporteros sin Fronteras o la propia Fiscalía Especial para delitos en contra del gremio, que dirige don Gustavo Salas, que dicho sea de paso, por experiencia propia puedo asegurar que el flamante individuo ni siquiera contesta el teléfono.

Y eso que ejercer el periodismo libre en nuestro México es toda una aventura en la que se rema contra la corriente. Ejercer la Libertad de Expresión es echarse encima muchas enemistades peligrosas y antipatías pues la gente por regla general no dice lo que piensa.

Por lo que todo lo que dicen que hacen de defender al gremio (y por lo que cobran) es solo parte de un show que pretende que internacionalmente nuestro México (o lo que queda de El) no sea visto como si viviéramos en la prehistoria de las dictaduras y la esclavitud.

Y no puede esperarse que mejore la situación, ni para los ciudadanos, ni para los periodistas, que por estar maniatados y sujetos a un Estado de Excepción que viola las Garantías Individuales que establece la Constitución, han prostituido el oficio de comunicar.

Y mientras los compañeros no se liberen de yugo impuesto que es la censura (para eso está Diario/Radio Libertad, en donde tiene cabida hasta la competencia) nada cambiará y seguiremos padeciendo una información tendenciosa y aviesa en la que ya de ninguna manera se puede confiar. Y seguirán asesinando periodistas.