Queridos amigos y amigas,
En las próximas 48 horas, los gobiernos de los países más ricos del planeta tratarán de negociar un pacto secreto que podría impedir el acceso de las personas más pobres a medicamentos esenciales. Millones de personas dependen de los denominados genéricos para tratar enfermedades como la malaria o el VIH. Si este acuerdo logra concretarse, el acceso a muchas de estas drogas podría verse recortado, dejando a quienes no tienen la posibilidad de comprar marcas de laboratorio al borde del abismo.
El acuerdo establecería normas de "propiedad intelectual" relacionadas con un amplio catálogo de temas: desde los cultivos genéticamente modificados, pasando por el acceso a archivos compartidos en internet, hasta las patentes farmacéuticas. Pero el 80% de los países del mundo -- como India, China, Brasil y Argentina -- han quedado excluidos de estas negociaciones. Los gobiernos participantes están intentando apurar un acuerdo antes que las protestas públicas crezcan hasta el punto de que sean imposibles de ignorar. Pero la marea de oposición se va haciendo cada vez más grande.
Con nuestras voces podemos inclinar la balanza. La presión ciudadana ha evitado acuerdos comerciales injustos en el pasado. Ahora, nuevamente, podemos lograr que no se adopte un nuevo pacto abusivo. Únete ahora a la petición para que el proceso de decisión sobre el acceso a las medicinas esenciales sea abierto y transparente. Avaaz la entregará durante las negociaciones esta semana en Tokio. Suma tu nombre y corre la voz:
El Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA, por sus siglas en inglés) ha sido intencionalmente mantenido alejado de la opinión pública. Pero no por mucho tiempo: activistas defensores de la salud pública y de la libertad de internet han hecho saltar la alarma, y China, India y el Parlamento Europeo se han manifestado en contra del pacto durante las últimas semanas.
El acuerdo propuesto plantea muchas inquietudes, pero su disposición más indignante es el tratamiento de los medicamentos esenciales. El ACTA no establecería diferencias entre medicamentos genéricos y falsificados, por lo que la industria farmacéutica tendría claras ventajas para apoderarse completamente del mercado, aplicando las mismas tácticas agresivas para deshacerse de cualquier competidor.
Los gigantes farmacéuticos argumentan la necesidad de una medida como ésta para proteger a los consumidores, pero ellos mismos están vendiendo versiones genéricas de medicamentos cuyas patentes han caducado. Los genéricos (en general un 90% más baratos) no son ni más ni menos seguros que los medicamentos de laboratorios reconocidos. La diferencia radica en la ganancia de las empresas, así como en el impacto que tienen sobre la vida de los más desprotegidos.
En muchas otras ocasiones, protestas ciudadanas masivas han logrado detener maniobras similares de parte de empresas farmacéuticas y gobiernos ricos. No permitamos que unos pocos países decidan el destino de miles de millones. Firma la petición y corre la voz:
Recibir tratamiento cuando estamos enfermos es algo que todos consideramos de una importancia absoluta. Nuestras acciones esta semana pueden ayudar a millones de personas a tener acceso a los medicamentos más esenciales. Juntos, ahora, podemos empezar a construir un futuro en el que cada uno de nosotros pueda combatir las enfermedades y mantenerse sano.
Con esperanza por un mundo mejor
Ben, Alex, David, Maria Paz, Iain, Paula, Luis y todo el equipo de Avaaz
Más información:
• La esencial distinción entre falsificaciones y genéricos, IPS:
• El ACTA podría criminalizar medicinas genéricas: Oxfam, Milenio:
• El ACTA podría convertir a los operadores en 'la policía privada del copyright', El Mundo.es:
Difusión: Soberanía Popular
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