Lunes, 10 de Enero de 2011 00:00
Escrito por Rafael Reyes Reyes
Tal cual y como lo comentamos en el artículo anterior, el alza de en diferentes artículos y servicios se dispararía durante las primeras semanas del año que inició, de hecho es la nota de ocho columnas que La Jornada Morelos manejó el día de ayer (Condena general al gasolinazo). De esta forma se hizo realidad lo anunciado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el mes septiembre, cuando autorizó el noveno incremento a los precios de las gasolinas y el diesel, para ser exactos a partir del primer minuto del sábado 11 de septiembre de año pasado.
En ese momento, los precios autorizados equivalían a un incremento de 8 centavos a la gasolina magna, 4 a la gasolina Premium y ocho más en el diesel, en un año en el que la inmensa mayoría de las familias atravesaba por una condición adversa en su economía. Cabe mencionar que de hecho desde el propio proyecto de presupuesto de egresos entregado por esas fechas al Congreso de la Unión, ya contemplaba una serie de incrementos al precio de los combustibles para el año 2011 con el argumento de que el deslizamiento en las gasolinas permitiría el acercamiento a los precios internacionales. De esta manera es que durante el año que acaba de concluir el costo de las gasolinas mostró un drástico incremento que llegó, sólo para ilustrar, a subir hasta 72 centavos sólo en la gasolina magna. De hecho dicho incremento, generó en algún momento de 2010 que el representante de los gasolineras, Pablo Gómez Córdova, diera a conocer en una conferencia de prensa que los empresarios gasolineros habían registrado una caída considerable en la venta de gasolina Premium y que había tenido un impacto homogéneo en las 9 mil 322 gasolinerías que existen en el país, provocando con esto fuertes pérdidas al sector gasolinero, lo que nos ubica en una delicada situación de crisis, debido a que el impacto no sólo lo resienten los consumidores, sino también el sector productivo.
De esta forma, es como iniciamos el presente año, con incremento en el precio de las gasolinas con vigencia a partir del sábado pasado con un incremento de 8 centavos a la gasolina magna quedando en un costo de 8.84 pesos por litro, la gasolina Premium 4 centavos para situarse en un costo de 10.14 pesos por litro y el litro de diesel de ocho centavos para situarlo en un costo de 9.20 pesos por litro. Sin embargo, no obstante este incremento, la Secretaría de Hacienda federal nos anuncia que las gasolinas seguirán subiendo sus costos de forma gradual en el transcurso de 2011. Es importante mencionar que el incremento al precio de los combustibles se ha mantenido permanente desde finales del año 2009, aplicándose estos los segundos sábados de cada mes, pegándole permanentemente al bolsillo de los mexicanos.
Pero como es razón natural el discurso del gobierno y la argumentación para el incremento y para seguir lastimando el bolsillo de los mexicanos no podía falta, este tiene que ver con que l sistema de refinación de la gasolina le es altamente onerosa al gobierno mexicano, es decir, que Pemex requiere importar cuatro de diez litros de gasolina que se consumen en el país con un costo de aproximadamente diez millones de dólares anuales.
No obstante las difíciles condiciones por las que atraviesa cada familia mexicana, el discurso oficial continua sosteniendo que el país solo registro una inflación del 0.50 por ciento durante el mes de diciembre del año pasado, cerrando el año con una inflación del 4.40 por ciento durante los 12 meses, situación que en la realidad no refleja el fuerte golpe que han sufrido las familias en su generalidad, aunque la inflación la resientan mas las familias de mas escasos recursos, ya que lastiman con el alza de productos claves de la dieta mexicana, el ejemplo mas puntual, la tortilla y los energéticos. Sin embargo ese discurso oficial no se mueve del argumento de que estamos en la puerta de salida de una fuerte crisis económica provocada por la recesión económica que sufrió los Estados Unidos. Discurso por cierto que no alienta en lo absoluto a las familias mexicanas, debido a que sus bolsillos siguen siendo fuertemente golpeados por una inflación que no solamente no para, sino que todo pareciera indicar se mantiene como en el primer minuto de la crisis económica con el epicentro en los estados unidos.
Fuente: La Jornada de Morelos
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