Montreal, Canadá, 11 de Febrero.- El gobierno de Canadá estudia la posibilidad de “cerrar la puerta” a miles de inmigrantes, ante el constante aumento del desempleo en el país, dijo el ministro canadiense de Inmigración, Jason Kenney.
Kenney expuso el martes ante el Comité de Inmigración de la Cámara de Diputados, en Ottawa, que el gobierno mantiene su compromiso de aceptar de 240 a 265 mil residentes permanentes en 2009.
Pero el empeoramiento de la situación económica podría llevar a reconsiderar esa meta en los próximos meses, agregó.
“No queremos que la gente llegue a Canadá y enfrente el desempleo. Tenemos que ser sensibles al cambiante mercado laboral y haremos las modificaciones si fuera necesario”, señaló Kenney, mientras el problema del desempleo es debatido en el Parlamento de Ottawa.
El diario Star de Toronto recordó este miércoles que en enero pasado en Canadá se perdieron 129 mil empleos, la tasa de cesantía a nivel nacional se ubicó en 7.2 por ciento y de 8.0 por ciento en Ontario, la provincia donde vive el 40 por ciento de los canadienses.
Kenney enfatizó que no hay otro país desarrollado que “esté planeando mantener sus actuales niveles de residentes permanentes”, y que dada la situación del empleo el gobierno vigilará la situación de inmigración “muy de cerca”.
Una reunión de ministros de inmigración a nivel federal y de las provincias canadienses está prevista para marzo próximo, y en ella se decidirá si se mantiene el objetivo de aceptar 265 mil inmigrantes.
De ese total, previsto para el 2009, 156 mil son de la categoría “económica”, 71 mil de la categoría “reunificación familiar” y el resto pertenece a la categoría “humanitaria”, que incluye los refugiados, señaló el ministro.
La situación del desempleo podría también afectar al programa que el gobierno amplió para favorecer la contratación por las firmas privadas de “trabajadores extranjeros temporales”.
Aunque no hay cifras oficiales se estima que en Canadá había en 2008 unos 200 mil trabajadores temporales bajo contrato, en su mayoría provenientes del Asia-Pacifico.
En la provincia de Alberta hay unos 50 mil de estos trabajadores extranjeros temporales que fueron contratados para responder a la fuerte demanda de mano de obra durante el auge petrolero que llegó a su fin a finales de 2008.
Por el aplazamiento de explotación de las arenas bituminosas las empresas en Alberta están ya despidiendo personal calificado.
Todas las firmas que abastecen a las grandes petroleras y al sector de servicios, según los analistas, recortarán el número de trabajadores contratados en el extranjero.
En esta categoría los trabajadores no tienen acceso al seguro de desempleo cuando pierden su trabajo y sólo pueden permanecer en el país si otra empresa los contrata.
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