Juanito regresa a Iztapalapa
El viernes Acosta tomó las instalaciones en la delegación; ayer se reunió con Ebrard, quien le ofreció presidir el Instituto del Deporte, cargo que rechazo
Nadia Sanders
A caballo, Clara Brugada, encargada del despacho de la jefatura delegacional en Iztapalapa, pasea por la explanada delegacional el mediodía del domingo, defendiendo un gobierno que “la gente eligió”.
En un ambiente en el que resalta la presencia de granaderos, cuando el sol atiza en el parque Quetzalcóatl y se respira tensión. Minutos antes, el jefe delegacional, Rafael Acosta Juanito saluda a la gente y anuncia que hoy regresará al cargo como titular de la demarcación después de una licencia de 59 días.
No es el mismo Juanito sonriente que junto a Andrés Manuel López Obrador gritó ante miles de personas: Sí protesto. El de ayer era un Juanito enojado porque no lo dejan ser delegado. Tan enojado que el viernes por la noche intentó entrar a las instalaciones de la delegación por la ventana y se apostó hasta el sábado.
Llamados por Jesús Valencia, ambos políticos acudieron ayer a distintas horas a la casa del jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard, en la colonia Condesa, donde vive con su esposa Mariagna Pratts, la otrora actriz de telenovelas.
Este melodrama incluye al Mandatario como autoridad política para buscar una solución al escenario de ingobernabilidad en una demarcación con 1.8 millones de habitantes.
Al salir del departamento de Ebrard, Acosta declaró que el Mandatario le ofreció la dirección del Instituto del Deporte del DF (en esa estima tienen al Instituto), a cambio de dejarle la jefatura delegacional a Brugada, propuesta que rechazó Juanito.
Éste le solicitó al jefe de gobierno le garantice seguridad debido a las lesiones que sufrió el sábado en la demarcación, pues fue atacado a punta de huevazos por los simpatizantes de la perredista.
Y aunque las autoridades electorales y las constancias de mayoría o la toma de protesta de Juanito ante la ALDF lo señalen como el auténtico jefe delegacional, el ex candidato del PT sólo fue un instrumento de una corriente del PRD para quitarle el triunfo en Iztapalapa a la líder de Nueva Izquierda, Silvia Oliva.
Andrés Manuel López Obrador lo hizo prometer que si ganaba la elección, renunciaría al cargo para dejar como encargada del despacho a Clara Brugada. La foto de López Obrador con Juanito como candidato la vieron millones de ciudadanos y sólo así fue que ganó el PT y perdió el PRD el 5 de julio.
El Juanito de entonces es calificado hoy por Clara Brugada como una persona que padece de sus facultades mentales. Ella le apostó entonces a un loco. Un loco que se ha vuelto más carismático que ella ante los medios de comunicación y que ella ya no puede controlar porque ahora lo manipulan “intereses oscuros”, dice.
Ese loco es el que hoy quiere “las llaves” de la delegación, porque nunca había sido famoso ni había cobrado una quincena de 30 mil pesos. Nunca había sido seguido por las cámaras ni lo habían saludado tantas personas en la calle dándole ánimos.
Este espectáculo está por llegar al clímax. El secretario de Gobierno, José Ángel Ávila, descartó ayer iniciar un proceso de remoción de Rafael Acosta, del cargo como jefe delegacional.
Sin embargo, precisó en conferencia de prensa que quien se quede en el cargo deberá ser alguien que garantice los servicios y gobernabilidad a los iztapalapenses.
Hoy Clara Brugada se va a sentar a dialogar con aquél que acusa de “loco”, invitados ambos por el gobierno del DF para encontrar una solución al problema de ingobernabilidad en la delegación Iztapalapa.
Fuente: El Periódico
Difusión AMLOTV
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