Es segundo trienio para todos
Si el presidente de la República estima que relanzar una propuesta de reforma energética y política acompañada de la reelección es porque necesita enviar un mensaje de capacidad de reconstituir un liderazgo. Le son urgentes alianzas con otras fuerzas y actores y la reconformación de aquellas con quienes contribuyeron a su acceso al poder.
En el PRI, conforme crece la impresión de recuperar la Presidencia de la República, al menos tres corrientes importantes dentro de ese partido advierten conveniente acotar a Enrique Peña Nieto a modo de salvaguardar garantías de distribución de espacios. En ese acotamiento, disputas vendrán aunque no tengan que ser todas públicas.
En el PRD la cercanía del consejo refundador se complica. Persiste la renuencia de todas las fuerzas internas de hacer un auténtico planteamiento integral que supone el establecimiento claro de un proyecto hegemónico y relativamente consensuado de unidad e incluyente de quienes se oponen a las fuerzas dominantes sin pertenecer a la izquierda. Permanece el problema de la inhabilidad para hacer propuestas estratégicas y defender liderazgos aceptables más allá de Copilco, la Condesa o Iztapalapa.
En el PAN, la condición de partido en control del gobierno aún le permite probabilidades de mantenimiento en el poder sí y solo sí la combinación de factores de debilitamiento de las otras fuerzas se inician, en el caso del PRI, o se profundizan, en el caso del PRD.
Estos tres años nos permitirán saber si es posible un México donde crece la institucionalidad eficaz o la polarización útil, sí, para los primeros momentos de la política, pero indeseable para los siguientes y para los ciudadanos fuera de los partidos.
¿Defensa del status quo, reforma desde el centro tradicional, desde la izquierda, o cambio radical?
El centro ecléctico ganará la elección pero ¿desde cuál fuerza de centro?
Fuente: El Periódico
Difusión AMLOTV
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