México SA
México tiene varios pendientes en materia de cuidado del medio ambiente
La demanda de electricidad provocará más emisiones de CO2
Se dispara uso de transporte
Carlos Fernández-Vega
Ahora que los ojos del mundo están puestos en la decimoquinta Conferencia de la Organización de Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se desarrolla en la capital danesa, Copenhague, y en la que supuestamente los gobiernos del mundo se han comprometido a no defraudar las expectativas para alcanzar un acuerdo internacional, vale revisar el caso y un paseo por los pendientes que en este renglón mantiene México.
De acuerdo con el Banco Mundial (México: estudio sobre la disminución de emisiones de carbono), la demanda de energía eléctrica en el país ha crecido más rápido que el PIB durante las últimas décadas, y es probable que esta tendencia continúe. “En un escenario ‘más de lo mismo’, satisfacer la demanda creciente de electricidad aumentaría las emisiones totales de CO2 provenientes de la generación de electricidad en 230 por ciento entre 2008 y 2030. La generación de energía eléctrica con carbón y turbinas a gas se incrementaría en este escenario. Suponiendo un costo neto de CO2 de tan sólo 10 dólares por tonelada, otras tecnologías de generación de electricidad de bajas emisiones –generación hidráulica de pequeña escala, eólica, biomasa, geotérmica, cogeneración (es decir, la generación de calor y electricidad en la misma instalación)– podría remplazar gran parte de la generación con combustibles fósiles (principalmente carbón, pero también gas natural) en el escenario ‘más de lo mismo’”.
En el sector petróleo y gas de México hay un importante potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero desarrollando intervenciones de bajo costo. En particular, el importante potencial para la cogeneración en las instalaciones de Petróleos Mexicanos podría proveer más de 6 por ciento de la actual capacidad eléctrica instalada de México. Entre las intervenciones específicas que pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y que tienen buenas tasas de retorno económicas están reducir las pérdidas en el sistema de distribución de gas, aumentar la eficiencia en las instalaciones petroleras, gaseras y de refinación de Pemex, y hacer realidad el potencial de cogeneración en las seis refinerías y cuatro plantas petroquímicas de la paraestatal. A pesar de sus excelentes tasas de retorno, las inversiones en cogeneración y reducción de pérdida de gas son menos atractivas para Pemex que las inversiones en exploración y desarrollo.
Más de la mitad del uso industrial de energía tiene lugar en los subsectores cemento, siderurgia y químico y petroquímico. Muchas de las industrias de materiales básicos de gran escala de México, incluyendo siderurgia y cemento, se encuentran entre las más eficientes del mundo. El problema radica en que gran parte del sector industrial está compuesto por pequeñas y medianas empresas que a menudo utilizan equipos obsoletos y no tienen acceso al conocimiento técnico ni al financiamiento para realizar mejoras. Estas empresas son relativamente intensivas en un alto uso de la electricidad. Las principales fuentes de ahorros de energía en el sector industrial provienen de las mejoras realizadas en cuanto a la eficiencia del uso de energía en motores, calderas de vapor y hornos, y también provienen de sistemas de cogeneración, cuyo potencial se ha aprovechado en menos de 20 por ciento.
El aire acondicionado, los aparatos electrodomésticos y los productos electrónicos serán las áreas principales en las cuales crecerá la demanda de electricidad en el sector residencial en México. En combinación con el alumbrado público, estos usos finales de energía representan aproximadamente participaciones iguales en el consumo de electricidad del sector residencial. Las tasas de saturación de los acondicionadores de aire en México alcanzaron aproximadamente 20 por ciento en 2005, muy por debajo de las tasas de 95 por ciento de regiones de Estados Unidos con similares grados-días de enfriamiento.
El sector transporte es el de mayor envergadura y rápido crecimiento en lo que respecta al consumo de energía y a las emisiones de gases de efecto invernadero en México, y el transporte por carretera representa aproximadamente 90 por ciento de las emisiones producidas de CO2. Entre 1996 y 2006, el parque automotor de México casi se triplicó, pasando de 8 a más de 21 millones de vehículos. El incremento en el uso de energía por el transporte por carretera se cuadruplicó entre 1973 y 2006. La importación de vehículos procedentes de Estados Unidos ha sido un factor importante detrás del crecimiento del parque automotor, lo que también ha llevado a un incremento en la edad promedio de dicho parque y a motivos de preocupación en cuanto al bajo promedio de kilómetros recorridos por litro de gasolina y al alto nivel de emisiones de gases y partículas contaminantes.
Dado el patrón de urbanización histórico y proyectado en México, el transporte urbano y los problemas relacionados de planificación del uso del suelo serán un componente fundamental en el uso total de energía por parte del sector transporte y las emisiones resultantes. El análisis revela la importancia de resolver los problemas del transporte en forma integrada y programática en vez de adoptar medidas individuales. Las intervenciones con el potencial más vasto que son más costo-efectivas son aquellas que incrementan el porcentaje de viajes en transporte público y aquellas que mejoran la eficiencia del parque automotor.
El sector agrícola y forestal es uno de los sectores claves en el que se pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en México. Las intervenciones mencionadas en el estudio MEDEC se basan en un modelo geográfico que determinó las áreas que pueden dedicarse a varias actividades rurales, reduciendo al mínimo los posibles impactos negativos sobre la producción de alimentos y la conservación de la biodiversidad.
Las intervenciones en el subsector forestal –incluidas la reforestación, plantaciones comerciales y medidas para reducir las emisiones producidas por la deforestación y degradación de los bosques– representan 85 por ciento de las medidas de mitigación propuestas en el sector agrícola y forestal. Las mismas se encuentran entre las opciones más importantes de mitigación para México. Las intervenciones en este sector que cuentan con los beneficios más altos son aquellas que sustituyen el uso de combustibles fósiles mediante la producción sostenible de la energía de la biomasa, a la vez que reducen la deforestación y degradación de los bosques.
Las rebanadas del pastel
Qué bueno que Agustín Carstens esté muy contento en la Secretaría de Hacienda. ¡Felicidades!, pero su alegría es lo de menos. Lo realmente importante es si los mexicanos están muy contentos con el fatídico doctor catarrito.
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Fuente: La jornada
Difusión AMLOTV
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