GORDURA MENTAL

GORDURA MENTAL

Por: Claudia Rodríguez

Del International Journal of Epidemiology les comparto un artículo que habla de esa obesidad que nos atrapa y que está metida en todos los ámbitos de nuestra vida pero que es promovida por una industria que nos hace esclavos de sus dichos y afirmaciones con serias repercusiones de vida.

El blog “Feministas Feas” es el que contextualiza este maravilloso artículo de la londinense Susie Orbach, psicoterapeuta, psicoanalista y escritora. La Orbach, entre muchos es reconocida por su profesionalismo pero también conocida porque fue ella la psicoterapeuta de la princesa Lady Diana de Inglaterra.

Orbach en su disertación titulada “Crisis de salud pública. Gordura de la mente y gordura de las ganancias”, afirma que tras “la llamada crisis de la obesidad hay una emergencia de salud pública muy seria. El comer hoy es un problema real para muchos porque está infectado con culpa, confusión, remordimiento y angustia.

El tomar en cuenta estos temas debería ser lo que conduzca la agenda de salud pública para que estas industrias, que operan como una fuerza negativa en la auto-experiencia de niñas y mujeres y crecientemente en niños y hombres, sean reguladas y clausuradas. La política de salud pública al presente esta capturada por la narrativa de la crisis de obesidad y arriesga el ser parte del problema más que parte de la solución. Arriesga el demonizar ciertas comidas y ciertas tallas y a menos que se reanalice con cuidado empeorara peligrosamente los problemas alimentarios aparentes y ocultos que acosan a la población”.

Pero cuando la psicoterapeuta afirma que el asunto de la gordura mundial se ha convertido en una guerra económica, en donde las farmacéuticas y otros negocios asociados han logrado hacernos creer que nosotros mismos no podemos lograr hacernos cargo de nuestra propia salud y que la regulación de nuestro peso debe estar siempre vigilado y en su caso, controlado por quienes dicen tener las fórmulas para lo mismo, es cuando caemos en la cuenta que sin lugar a dudas estamos atrapados en un asunto de gordura mental y financiera, más que real.

¿Siente culpa al comer una tortilla, un pan, un postre, un dulce o simplemente porque tiene hambre?

Entonces creo que como muchos estamos atrapados en un fenómeno de corriente internacional que no ha sido debidamente canalizado por los gobiernos y que ha permitido que miles de medios de comunicación lleguen al uso de la doble moral al satanizar la gordura y los productos o métodos milagro pero que no se conforman con pasar comerciales de pocos segundos, sino que incluso, dedican canales y frecuencias de transmisión especiales a esta publicidad.

Acta Divina… Apenas la semana pasada, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Mauricio Hernández, rechazó que México se ubique en el primer lugar en obesidad, como recién reveló un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y aseguró que el porcentaje es mucho menor que el de otras naciones. Hernández apuntó: “Si nos comparamos con países más pequeños somos el primer lugar, pues frente a ellos nuestra cifra es más grande, en porcentaje estamos en un nivel menor”.

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Fuente: Indice Político

Difusión: AMLOTV