El miembro del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) de Honduras, Juan Chinchilla, quien fue secuestrado el sábado pasado presuntamente por terratenientes, escapó de sus captores mostrando signos de quemaduras, golpes y torturas en todo su cuerpo.
Así lo dio a conocer este martes en una rueda de prensa el dirigente del FNRP en el municipio Tocoa (Colón, norte de Honduras) Wilfredo Paz, quien precisó que en los dos días que estuvo en cautiverio, Chinchilla fue amenazado y azotado por un grupo de asesinos que “fueron contratados por terratenientes de la zona”.
“Chinchilla fue golpeado y torturado y sufrió quemaduras en el cuerpo y en el pelo (...) pero pudo escapar de sus captores y está hoy (este martes) en un sitio no revelado por razones de seguridad”, manifestó Paz.
El dirigente afirmó que los responsables del crimen son los terratenientes de la zona: Miguel Facussé, Reinaldo Canales y René Morales, quienes desde hace varios años “se apropiaron de manera fraudulenta de extensos terrenos en el Valle del Aguán” y además, se niegan a respetar los derechos de los campesinos que trabajan esas tierras.
Del mismo modo, aseguró que "hay sicarios en la zona, pagados por los terratenientes, que no son hondureños y que cumplen con la tarea de secuestrar y asesinar a gente comprometida con la lucha por el bienestar de los campesinos, en especial a los dirigentes del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA)”.
“Juan (Chinchilla), indicó que sus captores tenían acentos que no eran de la región y otros hablaban idiomas distintos al español”, declaró.
Por su parte, el miembro del MUCA, Jhony Rivas, señaló en una entrevista ofrecida a La Radio del Sur que “creemos que el motivo del secuestro pudo haber sido obtener información del movimiento a través de torturas que sufrió nuestro compañero”.
“Le preguntaron si teníamos armas, y las fuentes de dónde salían las informaciones que se subían a Internet y qué cantidad de campesinos estaban organizados. Preguntaron si tenían muchas fotos de otras personas. Se veía que estaban bien organizados y que el operativo había sido minuciosamente preparado”, declaró.
Aseveró que el maltrato se produjo desde el domingo último por la tarde, cuando le dijeron al retenido que “tenían planeado arrancarle las uñas y torturarlo pero no matarlo”. Chinchilla pudo liberarse cuando sus captores se quedaron dormidos.
Rivas destacó que Chinchilla “está bastante preocupado por su vida”, ya que ahora, tras su escape, teme que lo sigan buscando para asesinarlo, o inclusive, “cree que puedan agredir a otros opositores” al gobierno de Porfirio Lobo.
Según el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), actualmente en esa zona hay por lo menos 25 dirigentes opositores que enfrentan amenazas de muerte y persecución.
Además de este hecho, el Cofadeh también ha denunciado a las autoridades gubernamentales el asesinato de más de 30 campesinos que ni siquiera han sido investigados.
El organismo llamó a la comunidad internacional a exigirle al Estado hondureño una investigación “urgente y exhaustiva” de los hechos y establecer mecanismos para garantizar la seguridad de los campesinos, no obstante, la solicitud no ha sido respondida.
La semana pasada, el director de la Policía Nacional hondureña, José Luis Muñoz, admitió que la ola de violencia en ese país se incrementó de manera estrepitosa en 2010, con un total de mil 600 casos más que en el anterior año.
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), la mayoría de los crímenes ocurridos después del golpe de Estado de junio de 2009 contra el presidente democráticamente electo, Manuel Zelaya, continúan impunes.
Fuente: TeleSur
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