miércoles, 21 de octubre de 2009

Solamente 20 de los 2 mil trabajadores de LFC han aceptado la liquidación


Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
Difusión AMLO TV

ARTURO ALFARO GALÁN

Huauchinango. El 99 por ciento de los ex trabajadores de la Compañía Luz y Fuerza del Centro (LFC) de Nuevo Necaxa, en el municipio de Juan Galindo, ha rechazado la oferta del gobierno federal para obtener su liquidación, el acceso a una franquicia y becas para capacitaciones en diferentes centros educativos.

El responsable de la oficina de pago de la compañía, ubicada en la población de Huauchinango, Gustavo Castillo, informó que desde el pasado 13 de octubre sólo 20 de los 2 mil empleados de LFC han finiquitado su relación con la empresa energética.

De las 20 personas, indicó el funcionario, la mayoría pertenece al grupo de personas jubiladas quienes han manifestado su posición de no realizar acciones de resistencia, como la mayoría de sus compañeros electricistas.

Sin embargo, Gustavo Castillo refirió que los trabajadores liquidados han solicitado la protección de sus datos personales debido al temor que existe entre ellos por posibles represalias del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que ha ordenado a los empleados no firmar ningún documento para la terminación de su relación laboral.

En tanto, un grupo de electricistas –que se postraron en las afueras de la oficina de pago de LFC para convencer a los trabajadores de que no acudan a firmar su liquidación– anunciaron que de no haber negociación con el gobierno federal darán inicio a una movilización nacional para demandar al presidente Felipe Calderón Hinojosa la reinstalación en sus puestos de trabajo.

Asimismo, exigieron al gobierno federal panista desalojar a los elementos de la Policía Federal y devolver la tranquilidad y paz social en la región, luego de la ocupación de las instalaciones de LFC en este municipio, así como de la subestación de Huauchinango, la cual está convertida en una trinchera policiaca desde hace nueve días.

La movilización planteada desde el SME consiste en el bloqueo de escuelas, carreteras de orden estatal y federal, además de tomar el control de las oficinas públicas de las secretarías del Trabajo y Previsión Social, de Hacienda y de Desarrollo Social, en protesta a las políticas “autoritarias” que emprendió Felipe Calderón en contra de la autonomía sindical.

“Estamos hartos de que a los trabajadores nos quieran ver la cara de tontos. Muchos de nosotros hemos dado nuestra vida entera aquí, a esta empresa, y no es justo que nos hayan sacado como delincuentes; por eso rechazamos las ofertas del gobierno, porque tal vez seamos necios, pero vamos a ver quién puede más, si el pueblo o las medidas autoritarias que tuvo con nosotros”, acotó Juan Carlos Alvarado, empleado de la extinta LFC, en entrevista con La Jornada de Oriente.

Ante ello, los ex trabajadores rechazaron las medidas propuestas por el gobierno federal, adicionales a su liquidación, como la beca de 5 mil 382 pesos para capacitarse en los Conalep y Cecati en las áreas de electricidad, computación, refrigeración y aire acondicionado, mantenimiento de inmuebles, dibujo asistido por computadora, asistente educativo, mecánica y mantenimiento automotriz e inglés, entre otras. Tampoco aceptaron las franquicias que les ofreció la administración de Felipe Calderón.

“De nada nos va a servir esta capacitación si no tenemos trabajo. Aquí lo que necesitamos es comer, y con capacitaciones no podemos hacer nada. Las empresas nos están cerrando la puerta”, aseveró Ricardo Velásquez, otro de los ex trabajadores reunidos ayer en el zócalo de Huauchinango.

En la oficina de pago del municipio serrano prevalece la presencia de al menos 12 elementos de la Policía Federal y Estatal, quienes realizan guardia las 24 horas para evitar cualquier disturbio ante el movimiento de los ex trabajadores de la compañía eléctrica.

“Panorama negro” en Nuevo Necaxa

El presidente municipal de Juan Galindo, Luis Gerardo Martínez Gómez, advirtió que si los ex trabajadores de la compañía LFC continúan sin laborar en la empresa, el 90 por ciento de la economía de la localidad de Nuevo Necaxa –donde está ubicada la industria generadora de electricidad– tendrá un “panorama negro” para las próximas semanas.

Lo peor que le puede pasar, indicó, es que esto se convierta en un pueblo fantasma, donde todos los habitantes tengan que salir de aquí para buscar algún empleo en las comunidades más cercanas.

De acuerdo con el edil, desde hace una semana las actividades económicas se paralizaron, lo que ha provocado que el 80 por ciento de los 10 mil habitantes esté preocupado por el sustento diario. Informó que al menos existen mil 900 ex trabajadores de LFC, los cuales representan el único ingreso de su familia.

Agregó que los problemas de salud comenzaron a aparecer entre la población adulta, quienes han acudido a los servicios médicos del municipio para atenderse por padecimientos de estrés elevado, complicaciones cardiovasculares, tensión y descompensaciones, “producto del nuevo ritmo de vida” de los trabajadores.

Ante ello, solicitó al gobierno estatal y federal iniciar programas de atención social para los electricistas y sus familias. “Si no se preocupan por estas personas, en muy poco tiempo van a empezar a buscar otra manera de vida, y eso implica que en lugar de generar condiciones de empleo la gente estará dedicándose a robar o a cometer otro tipo de delitos para buscar el alimento. La verdad la situación está fea, pero tenemos la confianza de que pueda mejorar”, puntualizó en entrevista.

En tanto, en las oficinas del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) –ubicadas en el municipio de Nuevo Necaxa– los trabajadores realizan, de manera permanente, una asamblea general con la intención de recibir indicaciones del líder electricista de la región, Domingo Aguilar Vázquez, quien el día de ayer acudió a la ciudad de México a una reunión general con los representantes a nivel nacional.

“Las indicaciones fueron resistir, aguantar lo más que se pueda. Esta es una lucha para ver quién puede más, y aunque no tengamos ni para tragar (sic), si es necesario nos iremos a un paro nacional, porque este cierre no sólo es por afectar nuestra economía y la de nuestro pueblo, sino que afecta a todo el sindicalismo. Por eso estamos seguros de que vamos a ganar, porque se nos están uniendo muchas organizaciones que están inconformes con el gobierno federal”, aseveró Juan Carlos Sampayo, subsecretario del interior del SME en Nuevo Necaxa.

Piden mujeres reinstalación de puestos de trabajo

Alrededor de las 16 horas, un grupo de 20 mujeres y niños de la comunidad de Patoltecoya, en Huauchinango, se manifestó en la carretera que comunica a la cabecera municipal con la compañía LFC de Nuevo Necaxa, en donde mostró pancartas, mantas y realizó pintas de apoyo a los electricistas despedidos.

“No tenemos qué comer. Nuestros maridos y hermanos están despedidos y nadie ha podido darles solución (...) Con esas acciones de represión que nos ha dado el gobierno de Calderón pueden olvidarse que esta comunidad y toda esta región vaya a votar por el PAN o por el PRI, porque son la misma cosa”, manifestaron.

Finalmente, las mujeres, que caminaron alrededor de dos kilómetros a pie de carretera para solicitar el apoyo de los transportistas y comerciantes, expresaron que si el gobierno federal no ofrece una solución a sus problemas están dispuestas a acudir, con su familia, al paro nacional de labores, bloquear carreteras y escuelas, “para ejercer presión al gobierno”.

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