Apuntados

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Aunque se haya adueñado de los medios para promover su imagen a través de un jugoso presupuesto que en 2010 promediará –de lo auditable– medio millón de pesos diarios, Enrique Peña Nieto será convidado de piedra a su proceso de sucesión en 2011.

Hermético, colgándole señalamientos públicos por una escandalosa corrupción, su tío Arturo Montiel acomoda piezas para su ex prestanombres Luis Miranda Nava. Y su otro tío, Alfredo del Mazo González intenta posicionar a su vástago Alfredo del Mazo Maza.

Cualquier cosa está por verse, pero los políticos priistas mexiquenses (en Toluca) ven con creciente preocupación cómo Peña termina de soltar la toma de decisiones frente a los cambios en ocasión de la búsqueda presidencial.

A los oídos sordos del gobernador, empeora el clima interno y el golpeteo se resiente porque el proyecto presidencial significa entregar los espacios al ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

Encabezados por Emilio Chuayffet, los salinistas juegan dos cartas para empezar: Ernesto Nemer Álvarez –presidente de la Legislatura mexiquense y esposo de Carolina Monroy, prima consentida de Peña, sobrina predilecta de Del Mazo, y titular de la Secretaría de Desarrollo Social.

Y en una época de genuino terror fiscal, también apuntalan a Luis Videgaray Caso, ex secretario de Finanzas, Planeación y Administración de Peña, pero que responde a los intereses de Salinas a través de Pedro Aspe Armella.

Titular de la Comisión de Presupuesto en San Lázaro, Videgaray trastorna la vida política local porque cumple con los requisitos partidistas para ser el nuevo inquilino de la casa de gobierno en Paseo Colón.

Además, tiene una virtud en esa extraña red de complicidades: renegoció la deuda pública en el gobierno de Montiel, como en el de Peña. En palabras llanas, sabría de dónde sacar dineros públicos para reforzar la campaña presidencial. Harry Potter lo llama la prensa local.

Fuente: El Periódico

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