Julio Ricardo Blanchet Cruz
• Ya hasta da pena…
17 febrero 2010
jrbc@diariolibertad.org.mx
El que nuestras honorables Autoridades permanezcan impertérritas ante el ataque de los religiosos vaticanos, cuando la Constitución estipula que estos individuos, fieles a otra bandera que no es la mexicana, no pueden intervenir en política interna, ya hasta da pena…
Las declaraciones del vocero de la arquidiciócesis, el tal Hugo Valdemar, son como para que al sujeto lo pongan en un avión y lo envíen al Vaticano. Censurar al Gobierno “por hacer obras inútiles y populistas en lugar de atender y prevenir una inundación”, es ya pasarse de la raya…
De preguntar…
¿Que es lo que harían otros gobiernos como el chino en caso de que los curas vaticanos les dijeran eso. Y para no ir muy lejos, que harían en los EEUU si los obi$pos hicieran las mismas declaraciones públicas sobre su política social?...
“El valiente vive hasta que el cobarde quiere”, dice el conocido refrán; y si por lo que tienen miedo nuestros honorabilísimos políticos, es porque los curas los vayan a excomulgar y se vayan a ir irremisiblemente al Infierno con Don Sata…
Es mejor que se vayan espabilando, pues en el Vaticano, sus dioses y sus demonios, todo se arregla con dinero…
Bien decía Papa Pío II…
“La Corte de Roma acuerda todo al dinero. Ella vende al Espíritu Santo, las órdenes sagradas y los sacramentos; ella perdona todos los delitos a cualquiera que tenga para pagar la absolución”…
Cambiando de tema…
Para darnos una idea de cómo es que va la cuestión esa de las vacunas que, habiendo sido pagadas por el Erario, es decir, por los ciudadanos, ahora se venden en las farmacias a $300.00; y sin que se sepa a dónde irá a parar ese dinero…
El que solo 7 Senadores de la República se hayan animado a permitir que les aplicaran la mentada vacuna contra la influenza ex porcina, da una idea de la confianza que se les tiene…
Para terminar…
Si son ciertas las versiones de que al General Secretario de la Defensa Nacional desde Los Pinos le cambiaron el discurso que traía, por el tan criticado que pronunció con motivo del Día de la Lealtad…
Las cosas se pueden poner a peso…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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