miércoles, 7 de abril de 2010

• De la punta del iceberg…

Julio Ricardo Blanchet Cruz
• De la punta del iceberg…





07 abril 2010
jrbc@diariolibertad.org.mx

Sin esta vez hacer referencia al club de pederastas que ha resultado ser el Vaticano y sus anacrónicas ideas; que si en algún momento pudieron imponerlas no fue ciertamente por su lógica o raciocinio, sino por torturar y asesinar a quien no creyera en ellas…

Sino al caso de la infortunada Paulette, la criatura asesinada vaya usted a saber por quién y por qué amable lector, pues al parecer, al con encontrarse al responsable de tan repugnante homicidio, el vergonzante espectáculo aún no ha terminado…

Y es sin duda la punta del iceberg de lo que está sucediendo en nuestro México (o lo que queda de El) con relación a las juventudes y a las nuevas generaciones, que violadas física y mentalmente se encuentran en absoluto estado de indefensión.

Como se puede ejemplificar con el caso de la Guardería de Sonora, o con el propio caso que el Procurador Bazbaz se ha encargado de enredar aún más…

Los menores desaparecen del frente de sus casas todos los días.

Hoy aquí en Diario Libertad (en la Sección Foro) se publica la foto de una bebita de tres años, cuyo padre la busca desesperadamente. Pero como no viven en colonias pomadosas ni tiene dinero como para que los comerciantes de las noticias se fijen en ellos, no son famosos ni dan conferencias de prensa.

Pero sabido es que miles de niños son de alguna manera enganchados en la prostitución (en el mejor de los casos) o destinados a la venta de órganos, lo que simple y sencillamente es escalofriante…

Ya que el pensar que alguien pueda fríamente quitarle la vida a un niño para después extraerle los órganos y venderlos, se antoja monstruoso y absolutamente denigrante para la propia especie humana…

Y ojala el caso no vaya a terminar con que alguno de los padres fue el responsable de homicidio, como muchos temen que pueda ser. Aunque también se teme que vayan a encontrar algún chivo expiatorio a quien responsabilizar…

Pero aunque termine en que nadie supo, nadie sabe, como terminan muchos de los expedientes en los que está involucrada la gente de dinero, el caso sin duda que dejará cicatrices sociales y también políticas, pues la “incompetencia” es inaceptable…

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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