miércoles, 29 de septiembre de 2010

• De drogas (que no deudas) y de negocios…


Julio Ricardo Blanchet Cruz
• De drogas (que no deudas) y de negocios…
• De la efectividad (¿?) de los dioses…

29 septiembre 2010
jrbc@diariolibertad.org.mx


Altamente significativo es que ahora la mayoría de los anuncios televisivos son de “maravillosos” medicamentos que curan todo, ante el indolente silencio de una SSA que debiendo vigilar que no se engañe a los ciudadanos, no cumple, sospechosamente, con sus obligaciones (aunque de hecho en este Gobierno nadie las cumple)…

El colmo es que se anuncien zapatos y sandalias que son capaces de curar hasta las várices y el sobrepeso; pasando por mágicos aceites quita dolores, pomadas quita arrugas y aparatos que sin necesidad de hacer nada, ni siquiera hacer ejercicio o comer menos, hacen que se pierda peso…

Y todo esto ante el ataque (no se puede llamar de otra manera) de las honorables Autoridades, que mediante sospecho$o$ decretos obligan a los ciudadanos a acudir con algún médico para que les de una receta que les permita comprar antibióticos, aduciendo que pueden ser dañinos…

Pero no piden receta para el alcohol, los cigarros o la comida chatarra que, sin lugar a dudas, son mucho más dañinos para la salud; lo que es simple y sencillamente incoherente…

Cambiando de tema…

El lavado de cerebro que la igle$ia del dios judío (y de hecho todas las igle$ias) lleva a cabo con quienes tienen la desgracia de caer en sus mercantilistas manos, bien podría compararse con alguna enfermedad incurable que les impide a sus adeptos el razonar, o sea, el hacer uso del simple sentido común…

Acabo de recibir un correo que gráfica y crudamente hace ver la desgracia que padecieron (y padecen) en el Puerto de Veracruz, mismo que comparto con ustedes, amables lectores (clic aquí)…

Los daños, como podrán ver, son incalculables; y el desamparo en que quedaron miles de sus habitantes, es inentendible para quienes no hemos vivido una tragedia de esa magnitud…

Muchos se quedaron con la ropa que traían puesta; y además mojada. Todo lo que poseían, mucho o poco, violentamente se los arrebató la Madre Naturaleza…

Que por su severidad pareciera no tener conmiseración con quienes no solo se han olvidado de Ella, sino que hasta la agreden…

Lo mejor del caso, es que, como habrán observado en el texto de quien envió el correo, motiva a todos los veracruzanos a no dejarse vencer. “Dios está con nosotros” (¿?) dice…

Pasando por alto que ni los famosos brujos de Catemaco, hoy también bajo el agua, charlatanes a quienes todos los candidatos van a visitar para hacerse “limpias” (y muchos, ya encumbrados los siguen consultando a tal grado que no hacen nada sin su protección ¿?) han podido hacer algo para evitar el desastre…

Como tampoco han servido para nada las vírgenes y $antos que por todo el Estado abundan; y ni siquiera el dios judío, que supuestamente se sacrificó para salvar a la humanidad (¿?) ha servido para paliar la tragedia, menos para evitarla; tomando en cuenta que se supone es todopoderoso y supuestamente podría hacerlo…

El agua inundó y arrasó con todo (hasta las igle$ias sufrieron daños) a pesar de los rezos, súplicas y ofrendas de quienes creen en tan fantasiosas e inútiles deidades. Pero el lavado de cerebro al que llaman fe, no les permite razonar y ver la realidad…

Cabiendo comentar que los ricos representantes de los dioses, que viven poltronamente en la molicie e indolencia contándoles cuentos de terror a sus seguidores, han servido para lo mismo, es decir, para nada, pues ni una botella de agua han enviado…

Las bendiciones (ya ni estampitas dan) el “dolor” que “comparten” con quienes han caído en desgracia, de nada valen y para nada sirven; excepto para que con ese pretexto sigan estupidizando a la gente con sus patrañas que tanto dinero les han dejado…

Bien decía León X, que también fue Papa: “Desde tiempos inmemorables es sabido cuan provechosa ha sido la fábula de Jesucristo”. Por supuesto que el mecenas protector de grandes artistas murió de manera sospechosa…

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

No hay comentarios: