Niega Calderón que alza en precios de petróleo por crisis de Medio Oriente genere ganancias

Debido a que importamos gasolina y diesel, las pérdidas serían hasta de $80 mil millones, aclara

Niega Calderón que alza en precios de petróleo por crisis de Medio Oriente genere ganancias

Claudia Herrera y Javier Valdez

Enviada y corresponsal

Periódico La Jornada

Jueves 24 de febrero de 2011, p. 18

Culiacán, Sin., 23 de febrero. Cercado por las exigencias de productores agrícolas que pidieron destinar ingresos petroleros al devastado campo de Sinaloa, el presidente Felipe Calderón respondió que México, lejos de obtener ganancias por los elevados precios del hidrocarburo, registra pérdidas de 70 u 80 mil millones de pesos.

Así reviró a una productora que quería saber qué nos trae extra el presidente, sobre todo cuando México tiene dinero porque el petróleo está sube y sube en beneficio de los mexicanos.

El mandatario federal respondió que el país vende más barato la gasolina que en otros países, a nueve pesos, mientras en Guatemala cuesta entre 12 y 14 pesos el litro, y el diesel a 9.25 pesos, cuando los vecinos del norte y del sur la expenden a 14 pesos.

Además, arguyó que el país importa 40 o 45 por ciento de la gasolina y diesel consumidos. Esta cantidad se cubre con recursos fiscales y resaltó que inclusive la Cámara de Diputados estimó pérdidas de 30 mil o 34 mil millones de pesos.

Señaló que en la medida que sube el precio del petróleo por la crisis de Medio Oriente suben estos precios internacionales y, entonces, nos estamos acercando a pérdidas ya de 70 u 80 mil millones de pesos. De tal manera que no necesariamente todo eso se traduce en ganancias netas.

Se complica gobernabilidad en Sinaloa

En la segunda visita presidencial en 12 días, Mario López Valdez (Malova), gobernador producto de la alianza PAN, PRD, PT y Convergencia, le advirtió que la situación del campo nos viene a complicar el escenario y la gobernabilidad en Sinaloa.

Si bien agradeció su presencia y festejó que llevan sembradas 180 mil hectáreas de la meta de 300 mil, demandó que extienda los apoyos a todos el estado, no sólo a los agrícultores, porque cuando a éstos les da gripa al resto les da pulmonía.

De hecho, en el segundo punto de la gira, en el ejido de Bachigualatito, López Valdez bromeó con el visitante y le comentó que cada vez que venga con dinero, bueno, el presidente será bienvenido, aún sin lana.

A su llegada al aeropuerto de Culiacán, escuchó una andanada de peticiones de los dirigentes agropecuarios, quienes dijeron estar quebrados y no haber recibido un cinco de apoyos extra en cobertura de seguros, semillas, fertilizante y diesel, sólo los habituales de Procampo y Progan.

Frente a la visión optimista expuesta por los funcionarios federales que enunciaban diversas cifras, los agricultores clamaron también por poner fin a las prácticas de acaparamiento. Loreto Torres alzó la voz y recomendó al mandatario tener mucho cuidado con los precios de la canasta básica y poner freno a los coyotes y hambreadores, como llamó a los acaparadores. También hubo denuncias de robo de semillas.

Calderón instruyó a la Sedena, Marina y Seguridad Pública que intervengan para evitar el robo de semillas, y la PGR y la Profeco estar atentos del ocultamiento de productos.

A otros productores no les han pagado los seguros ni les han otorgado créditos, como a Armando Balboa. Ante ello, Calderón terminó por reconocer que los recursos no fluyen a la velocidad deseada y ordenó a los directores de Agroasemex y Financiera Rural que se quedaran a platicar con los afectados para ver dónde estaba el problema.

Malova y Calderón prometen no rajarse

Como un productor sugirió a los mandatarios que no se rajaran, ambos retomaron esa frase. Con su coloquial estilo, López Valdez insistió que Sinaloa no es tierra de rajones y Calderón señaló: mientras ustedes no se cansen, yo no me canso, mientras ustedes no se rajen yo no me rajo.

Como despedida, el Presidente y el gobernador posaron para la fotografía conduciendo un tractor, mientras un productor comentaba: ellos riéndose y nosotros muriéndonos de hambre.

Fuente: La jornada

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