JAVIER PUGA MARTÍNEZ
¿Cuánta agua consume realmente el sector industrial en el estado de Puebla? Muchos investigadores y habitantes de comunidades rurales se hacen la misma pregunta, pues a la fecha no existe una información fidedigna sobre la cantidad real que se extrae del subsuelo y, menos aun, de la que es limpiada en plantas tratadoras.
De acuerdo con el investigador Octavio Rosas Landa, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) permite la “autorregulación” del uso del agua en la industria nacional; es decir, ese sector tiene facultades para informar cuánta agua extrae del subsuelo y la misma dependencia le permite no dar detalle alguno sobre el agua tratada.
El académico subrayó que, de acuerdo con la escasa información que proporciona la Conagua, el uso del agua en el país está destinado en un 60 por ciento para uso agrícola, el 20 por ciento para el uso urbano residencial y el 10 por ciento restante para el sector industrial; sin embargo, para Rosas Landa, esta información resulta tendenciosa, y la muestra de ello está en la operación de las grandes industrias, particularmente las que están instaladas en el estado de Puebla.
“Un caso clarísimo es el de Granjas Carroll de México, que es un gran usuario de agua pero aparece en la Conagua como usuario agrícola, cuando en realidad de lo que estamos hablando es de una industria con 65 módulos industriales de cerdos. Ahí no hay cría de cerdos es fabricación”, indicó.
Agregó que el gobierno federal consesionó a Granjas Carroll 475 millones de litros de agua al año, pero no hay manera de verificar que esta empresa efectivamente consuma ese volumen.
“Lo que nos parece todavía más grave es que durante la Cumbre de Copenhague sobre el cambio climático Calderón fue a proponer a las Granjas Carroll como un mecanismo limpio dentro del Protocolo de Kyoto.
“La industria de cerdos es una gran generadora de gas metano que produce calentamiento global, entonces primero generan un problema y ahora pretenden cobrar por resolverlo porque los mecanismos de desarrollo limpio implican la generación de bonos de carbono por la captura de gases de efecto invernadero. Esto es una gran injusticia, ambiental y social; es un ejemplo de cómo se están manipulando las cifras”, señaló. En entrevista con La Jornada de Oriente, Rosas Landa subrayó que el norte de la zona metropolitana de la ciudad de Puebla cuenta con una serie de 12 parques industriales que van desde Chachapa hasta la planta armadora de Volkswagen, y otros más se extienden hasta Xoxtla y San Martín Texmelucan, en donde se encuentran instaladas la acerera Hylsa y la planta petroquímica Independencia de Pemex.
“Todas y cada una de estas empresas están extrayendo miles y miles de litros de agua diariamente: tan sólo la Volkswagen tiene concesionados 2 mil 600 millones de litros de agua al año”, expuso.
Para tener una idea de cuánta cantidad de agua es esa, Torres Landa la comparó con los 169 litros de agua potable que en promedio consume un mexicano anualmente.
“Entonces hagamos la cuenta, ¿cuánta agua podría llegar a más personas que realmente la necesitan pero se está yendo a estas empresas que además están en proceso de expansión?”, planteó.
Destacó que sus investigaciones lo han llevado tanto a él como al grupo de científicos con los que forma un equipo que trabaja sobre el tema del desabasto de agua y su impacto en la economía de los pueblos a ser testigos de cómo se han ido perdiendo los mantos acuíferos en el centro del país, como los que restan están sobreexplotados y cómo estamos padeciendo la mayor crisis hídrica de la historia.
“Tan sólo por mencionarlo: en Puebla está Volswagen; en Morelos está Nissan; en Toluca está Chrysler, y en el norte de la ciudad de México está la Ford. Las cuatro más grandes empresas automotrices del país están extrayendo volúmenes descomunales de agua, y esto nos tiene al borde del colapso hídrico”, señaló.
Apuntó que el estado de Puebla tiene a las cuencas de donde más agua se extrae, pero su mayor problema es que la información existente está sesgada.
“Hace 40 años en Puebla había humedales que ahora ya no existen.
La gente de las comunidades de San Francisco Ocotlán, Xoxtla, Santa Ana Xalmimilulco y otras de la región norte de la ciudad de Puebla se alimentaban de esos humedales, donde podían pescar acociles, ajolotes y peces”, recordó.
Y agregó: “en ese tiempo, las aguas subterráneas estaban a 10 metros de profundidad y ahora se tienen que perforar pozos profundos de hasta 250 metros. Si esto no es una crisis hídrica, entonces no se cómo llamarle”.
Puso de ejemplo que para fabricar sólo un automóvil se requieren 450 mil litros de agua, según el Instituto Polaris de Canadá, lo que significaría que la industria utiliza mucha más agua de la que reporta y trata mucha menos agua de la que usa
Fuente: La Jornada de Oriente
Difusión: Soberanía Popular
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