¡QUÉ CLIMAS!
Por: Claudia Rodríguez
El clima atmosférico en varias partes del mundo septentrional está bastante frío e incluso gélido y aunque la suma de factores y elementos que en esta época se conjugan para mantener las temperaturas bajas son usuales, también hay que acotar que en este año, el frío invernal ha calado en varias regiones del planeta en donde la desertificación de diversas zonas que aportan agua al ambiente, son detonantes de este evento extremo.
En México, las temperaturas muy cercanas a los cero grados centígrados en zonas del norte del país y en algunas regiones altas, ha paralizado algunas actividades no sólo de índole educativo, sino incluso laboral y comercial. Muchos de nosotros ya hemos experimentado un verdadero frío en nuestro cuerpo y de alguna manera hemos cambiado por el momento, algunos hábitos alimenticios y hasta de disciplina diaria, pero las temperaturas extremas, lo ameritan. Del frío en nuestro país, preocupan en principio dos situaciones: todos aquellos que por sus condiciones de vivienda o pobreza no tienen un techo adecuado que les resguarde de las bajas temperaturas y por supuesto, las enfermedades respiratorias que a cualquiera de nosotros puedan atrapar.
Pero el clima atmosférico no es el único que preocupa en nuestro México. El clima laboral, el clima político, el clima económico, el clima de inseguridad y el clima social son otros más que también se encuentran en condiciones extremas.
El clima laboral que en estos momentos se percibe en el país es negativo. El propio Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) afirma que en diciembre pasado se perdieron 186 mil empleos formales y hay voces que desde el poder legislativo afirman que los jóvenes mexicanos tienen muy pocas posibilidades de emplearse en estos momentos. Más allá de las oportunidades de empleo, quienes ahora lo tienen, cada vez más ven disminuidas sus prestaciones producto de la situación financiera global.
El clima político está en un punto álgido –tan frío que quema--, pues con todo y el discurso de practicar la política como acto para acordar, los integrantes de los diversos institutos políticos del espectro nacional tienen claro que la sucesión presidencial hacia el 2012 está ya en marcha y que este año en materia electoral, será cimiento de sus planes para el control del Ejecutivo.
El clima económico es adverso pese a los discursos gubernamentales de que en este año, los mexicanos veremos el repunte de las macro finanzas, aunque claro, nuestros bolsillos personales no sólo estén mermados, sino en muchos casos, hasta vacíos.
El clima de inseguridad es realmente desalentador. Las muertes con violencia se multiplican y lo peor es que la mayoría de éstas se enmarcan en la llamada “guerra contra el narcotráfico y el clima organizado”. Las muertes por daño colateral contempladas por la administración calderonista parecen excederse.
El clima social es nocivo como resultado de los status degradantes de los climas arriba descritos. Familias que se desintegran por diversos factores entre los que destacan la falta de liquidez económica, la posibilidad de involucrarse con drogas o con la misma delincuencia, el escenario político altamente crispado que no promueve ninguna posibilidad de acuerdo y avance con lo que se provoca un desaliento social que incluso tiene manifestaciones violentas y hasta reivindicadas.
¡Qué climas! Gélidos, viciados, anómalos y hasta desalentadores.
Acta Divina… Para el presidente Felipe Calderón son tres las prioridades para el 2010: el empleo, la pobreza extrema y la seguridad pública.
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Fuente: Indice Político
Difusión: AMLOTV
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