Es Momento de la Unidad o Habrá Intervencionismo
Por Sirahuén Millán
La situación en México en estos momentos es muy particular; la presión internacional para Calderón es grande, pues los ojos de la nación y buena parte del mundo están al tanto del desenlace con los compañeros electricistas huelguistas de hambre del SME que exigen la restitución de sus fuentes de empleo mediante la figura de “patrón sustituto” y el reconocimiento de su representación sindical, ambas demandas contempladas en la ley. A lo anterior se suma la reciente liberación de los dirigentes presos de Atenco y la reincorporación de América del Valle al activismo, quienes han manifestado que apoyarán a los 17,000 extrabajadores de Luz y Fuerza que aun no se liquidan, ni lo harán. El fin de semana es de esperarse que AMLO conmine a los amloistas a unir fuerzas con los smeitas; es lo lógico si en verdad pretende ser congruente en su discurso y consecuente en su accionar, amén de que también sale beneficiado porque gana simpatías. Es pues, el momento de la unidad de las izquierdas y una obligación ya que el país se encuentra en un punto crítico de quiebre en el movimiento social. Es ahora o nunca, porque el impopular Estado calderonista en su desesperación por tanto fracaso en inseguridad, desempleo, crisis económica, prepara y es presionado por Washington y los organismos financieros del gran capital para una intervención militar yankee como su último recurso para retomar el control del país.
La izquierda puede tener diversas formas de manifestarse según la corriente ideológica de que se trate, pero en todos los casos es una posición política coherente que lucha de diferentes formas por los intereses de los explotados, oprimidos y excluidos. La izquierda real tiene la obligación de prepararse mediante el estudio constante y permanente, pero también de apoyar de manera directa y en concreto las luchas de los trabajadores, las huelgas, las manifestaciones, los mítines, los plantones, las batallas en las calles, en el campo, en las escuelas, en los procesos electorales, en las guerrillas, cuando es necesario. Los izquierdistas son anticapitalistas en todos sentidos o no se pueden decir “luchadores sociales”: luchando contra el sistema de dominación y construyendo formas de vida y de relaciones antisistémicas anticapitalistas. No se puede ser de izquierda si se es perezoso, consumista, individualista, destructor del medio ambiente, machista en el hogar, autoritario el trabajo, la escuela, la calle o ser indiferente ante cualquier injusticia. La izquierda se prepara en las aulas pero se forja en las calles. Cuando las cosas se ponen duras no se dan soluciones teóricas, sino se aplica una práctica. Este el caso ahora y aquí: México 2010.
Por su parte el enemigo está dentro y fuera de casa y nunca deja de prepararse. Desde la “Iniciativa Mérída” los gringos han multiplicado su presencia militar y de "inteligencia" en México, así como la introducción de tecnología sofisticada de guerra y armamento como parte de la colaboración de los EEUU con el gobierno neofascistoide de Fecalipe. La realidad es que los güerejos patones tampoco le tienen confianza a la capacidad de gobierno de Calderón, saben muy bien que es un total incompetente pero lo sostienen en el poder porque así sirve bien a sus intereses. En una palabra es su títere. Sin embargo de lo que no hay duda es que está desesperado porque en todo el país el descontento, las protestas y los asesinatos no paran y ya no puede silenciar a los medios, que aunque la mayoría mienten, desinforman y tratan de ocultar la verdad, no pueden hacerlo más porque las cosas han llegado a un nivel crítico en que son inocultables ante la opinión nacional e internacional. Pero en tales condiciones un animal acorralado se vuelve más peligroso, por eso se debe actuar rápida y decididamente sin titubeos, pero con responsabilidad e inteligentemente para no arriesgar la a las masas.
El titiritero también esta impaciente. La difusión de imágenes y cifras en el extranjero sobre 25,000 asesinados, ejecuciones colectivas, ahora coches bomba, en un país con un gobernante débil al frente de un estado fallido, es parte de la campaña mediática que los estadounidenses siempre llevan a cabo como antecedente para justificar ante el mundo que sus inversiones e intereses peligran y se requiere de su intervención directa para “restablecer el orden”. Así lo hicieron en Medio Oriente, Centroamérica, Asía y lo están haciendo en México. Lo que nunca se dice es que ellos mismos provocaron el desorden generando un mercado de consumo para las drogas y suministrando armas a los carteles para tener un pretexto que les permita apoderarse de los recursos naturales y la riqueza nacionales, siempre con la complicidad de los ricos empresarios y banqueros entreguistas locales cuya única nacionalidad es el imperio del dinero.
Todo parece indicar que en México el momento de actuar ha llegado, las condiciones están dadas para que la izquierda entre a la ofensiva y detenga el avance neoimperialista de una vez por todas, de lo contrario, la bestia también está al acecho y alista garras y fauces para atacar.
Fuente: Machetearte
Difusión: AMLOTV
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