Ayer el Comisionado Alan Bersin anunció desde el Pentágono que 1,200 tropas de la Guardia Nacional cubrirán las fronteras con México para prevenir la inmigración ilegal y para apoyar en el combate al narcotráfico (lo dijo en ese orden). Los agentes que serán instalados en el lado estadounidense de la frontera de Texas, Nuevo México, Arizona y California obedecerán las leyes de los estados en que se encuentren, pero estarán al mando de la Agencia de aduanas y protección de la frontera. Otra tarea de las tropas especiales será, según Bersin, detener el tráfico de armas y dinero en efectivo del norte al sur.
En el Pentágono aseguraron que desde octubre hasta la fecha se ha arrestado en la frontera con México a 340 mil inmigrantes ilegales y traficantes de personas; sin distinguir entre víctimas y victimarios, claro está. Las tropas comenzarán a instalarse a principios de agosto y estarán en operación total para septiembre. Sus soldados, declaró el general de la Fuerza Aérea Craig R. McKinley, estarán armados pero sólo para autodefensa, y solamente los patrulleros de migración responsables de cada frontera podrán autorizar a los soldados el uso de armas y los niveles de fuerza necesarios para su autodefensa.
Noam Chomsky ha dicho que Colombia se convirtió en el campeón violador de derechos humanos y, justo al momento en que eso sucedía (en los noventa), Estados Unidos se convirtió en su gran aliado estratégico, militar y de ayuda económica. El Plan Clinton (o Colombia) logró exacerbar la violencia de tal forma que se justificó toda intervención militar y la abierta participación de mercenarios bajo el mando del Pentágono para intervenir en la narcoguerra, de tal forma que las organizaciones de Derechos Humanos y la sociedad civil no pudieran rebelarse ante un intervencionismo anticonstitucional.
Hasta la fecha, el Plan Mérida ha seguido los pasos del Plan Colombia y este anuncio del Pentágono, más que alentador en términos de erradicar la violencia, debe alertarnos a lo que está por venir cuando las acciones militares del gobierno de EU anteponen su política antiinmigrante a la antinarco. La conferencia de prensa de ayer se llevó a cabo en el Pentágono, en el marco de la colaboración intersectorial e interagencial (FBI, Interpol,DEA, Sedena, etc.) y la primera frase de Bersin fue: “Las tropas están para prevenir la inmigración ilegal”.
Una nueva etapa para las relaciones entre México y Estados Unidos; un Plan Colombia reloaded que exigirá vigilancia y documentación formal de las violaciones a los derechos humanos; de la criminalización de las y los latinoamericanos. Comenzaron en Arizona, ahora van por todo.
Fuente: Lydia Cacho
Difusión: AMLOTV
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