FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA
Una decisión controversial es la que ha tomado el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que está buscando unirse a la alianza opositora Compromiso por Puebla, mediante la obtención de tres candidaturas en la Sierra Norte, en un distrito y los municipios de Huauchinango y Juan Galindo. De entrada, esa determinación parece una absoluta incongruencia, pues los miembros de dicha organización pedirán el voto por el PAN, el partido que los dejó sin empleo, que los ha perseguido y los ha tildado de ladrones.
En la mesa de negociación que instaló la coalición Compromiso por Puebla para definir candidaturas se está discutiendo la posibilidad de postular como candidato a edil de Huauchinango al ex trabajador de Luz y Fuerza del Centro (LFC) y periodista Jorge Armando Hernández Cabrera, mientras que para el municipio de Juan Galindo la propuesta es que el abanderado sea Domingo Aguilar, el líder del SME de la división Nuevo Necaxa.
Al mismo tiempo, se ha establecido la posibilidad de que la candidatura a diputado por el distrito de Huauchinango sea para Jorge Fuentes Carranza, un personaje que se distinguió por apoyar la lucha del SME, pese a que no es electricista, y es hijo de Eduardo Fuentes de la Fuente, ex dirigente estatal del PRD.
Las plazas de Huauchinango y de Juan Galindo fueron entregadas al partido Convergencia como parte de la repartición de candidaturas en la coalición Compromiso por Puebla, pues de sobra es sabido que la desaparición de LFC generó un fuerte anti–panismo en la región de la Sierra Norte.
Luego de que el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa decidió dejar en la calle a 40 mil trabajadores de LFC, la economía de Juan Galindo se esquebrajó y se desató un fuerte malestar de la población contra el gobierno federal, un grupo nutrido de vecinos apedreó las oficinas locales del Partido Acción Nacional. Ese hecho expresa la rabia que existe hacia la desaparición de la paraestatal y el efecto social negativo que se provocó en la Sierra Norte.
En muchas calles de Huauchinango y Juan Galindo se pueden observar grafitos en contra de Calderón, y entre varios miembros del SME hay un constante estado de miedo, pues saben que hay órdenes de aprehensión en su contra como parte de la política represiva de Javier Lozano Alarcón, el secretario del Trabajo y Previsión Social. De hecho, Domingo Aguilar está indiciado por un supuesto robo de documentos de la Comisión Federal de Electricidad que de acuerdo a su defensa, es un delito inventado.
¿Con todos estos antecedentes, cómo se puede interpretar la decisión del SME de buscar las candidaturas antes mencionadas? Esa decisión, sin duda alguna, se puede calificar como incongruente y una grave equivocación, una torpeza. Pero además una decepción para los ciudadanos que apoyaron la causa del SME.
Queda claro que el interés del PAN de haberse aliado con el PRD y con sectores de izquierda como el SME o el hijo de Eduardo Fuentes de la Fuente tiene como propósito de eliminar el discurso anti–Partido Acción Nacional, anti–Calderón y anti–neoliberal. El alcance de esa alianza no se reduce a las próximas elecciones locales, sino que repercuta en los comicios federales de 2012.
La alianza opositora de Puebla y otros estados fue promovida desde Los Pinos con el objetivo de ir configurando el mapa electoral para el año 2012 e ir midiendo en qué lugares se le puede robar grupos de apoyo al PRD, al PRI y a otras fuerzas políticas. El fondo es buscar que la presidencia de la República siga en manos de la derecha. Y ahora el PRD, el SME y supuestos luchadores de izquierda, como es el hijo de Eduardo Fuentes de la Fuente están contribuyendo al proyecto electoral del PAN.
Un miembro del SME ha intentado convencer a este columnista de que no son así las cosas. Que el interés de unirse a la alianza opositora es para buscar romper con los cacicazgos priistas de la Sierra Norte, que acaparan el poder político, las actividades productivas, los servicios y que son un dique para la democracia y el respeto a los derechos civiles, además de que frenan el desarrollo de las comunidades indígenas.
Esos argumentos resultan convincentes, pero son suficientes como para entender una alianza con el PAN, una fuerza que ha mostrado ser igual o más insensible que los gobiernos del PRI.
Lo que ha pasado con el SME también muestra que la dirigencia del PRI no tiene la capacidad de ir sumando al proyecto político del candidato a gobernador, Javier López Zavala, a sectores sociales que no son afines al tricolor, pero con los que se puede conseguir acuerdos. En el caso de Huauchinango, la suma del PAN, Convergencia, el PRD y ahora el SME numéricamente puede significar un descalabro para el PRI. La unión de fuerzas puede que supere al tricolor.
En cambio, en Juan Galindo, únicamente la fuerza del SME representa más de la mitad del electorado.
El PRI podía haber buscado una alianza con el SME para ejemplificar cuál es el costo de que la derecha siga gobernando en Puebla y el país.
Pero tal parece que en el PRI no hay mucha capacidad de ampliar sus horizontes electorales.
COMENTARIO: A ver si ahora los que antes criticaron injustificadamente al Presidente Legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, de tibio por su postura ante las alianzas electorales entre el PAN y los partidos del DIA (PRD, PT y Convergencia), critican con la misma severidad a los integrantes del SME de Puebla.
Fuente: La Jornada de Oriente
Difusión: AMLO TV
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