jueves, 22 de abril de 2010

Calderón no puede



Calderón no puede


EDUARDO LOPEZ BETANCOURT


Es evidente: Felipe Calderón ha demostrado total nulidad para dirigir al país; literalmente lo ha bañado en sangre: miles de muertes, en su mayoría de inocentes, una creciente inseguridad y una criminalidad sin precedentes.

Eso sí, no hay día que el michoacano en dos o tres ocasiones trate de justificar la deplorable situación en que se encuentra nuestra República; durante sus monólogos asevera le va ganando la partida a lo que él llama crimen organizado; plantea de manera sistemática que está haciendo lo correcto; es decir, considera un triunfo las masacres, los errores policíacos y la presencia del Ejército en las calles.


Hace algunos meses, Calderón convocó a quienes supieran de temas de carácter jurídico penal, por lo que le solicité una cita; empero, lejos de otorgármela me envió con un “segundón”. Sólo pude comprobar que el purépecha no es sincero; por el contrario, mantiene esa cerrazón tan habitual en los hombres del poder.

PARA BETANCOURT



Otro desacierto del jefe del Ejecutivo federal, es no contar con buenos colaboradores, quienes, salvo dignas excepciones, se rigen por el nepotismo e ineficacia, además del descaro para favorecer la corrupción. En ese tenor, nombró procurador a un individuo sin agudeza, quien llegó a tan trascendental cargo para servir exclusivamente a intereses ambiguos. Asimismo, la labor del secretario de Gobernación conlleva decepción. Sólo se le ve enfrascado en discusiones estériles, en pleitos partidistas que a nada conducen; con gran pena debe señalarse que se ha perdido la respetabilidad de la dependencia que maneja la política interna del país. Por su parte, el secretario de Seguridad Pública, es un sujeto adocenado, sin ápice de autoridad para el puesto que desempeña, con una historia bastante turbia.


Por donde se analice, en lo referente a los colaboradores de Calderón, su trabajo deja bastante que desear; los resultados a favor de la comunidad son inexistentes; mientras eso sucede, don Felipe habla y habla, reclama, amenaza, se empecina, no escucha, rechaza las críticas; todo queda en promesas y falacias. Tal vez, si tuviera gente capaz en su gabinete, no amigos ni correligionarios, las circunstancias podrían cambiar; sin embargo insistimos, Calderón no está dispuesto a aceptar que ha equivocado el camino.


Al margen de los líderes que hoy por hoy no se tienen, urgen ajustes y acciones importantes en el marco legal. Es preponderante acabar con una hiperinflación legislativa; hay infinidad de leyes carentes de sentido amén de contradictorias; la minimización en las normas punibles es un reclamo, al igual que la rapidez en el rubro procesal. Empecemos por considerar la vergüenza legislativa nacional, ya que en nuestro territorio se aplican 33 códigos penales, hecho no solamente absurdo, sino en suma riesgoso para garantizar la tranquilidad social. En similar contexto, el Poder Judicial y las procuradurías de Justicia deben operar de forma autónoma, donde los políticos, en especial los que se destacan por su alto grado de deshonestidad, dejen de intervenir en la designación de jueces y procuradores.



2 PARA BETANCOURT


Por supuesto, no existen soluciones mágicas, ni tampoco inmediatas; el trabajo es a largo plazo, pero entre más pronto se empiece, más rápido se verán avances, con funcionarios y leyes acordes a la demanda de un pueblo que merece mejor suerte.


Fuente: Voces del Periodista
Difusión AMLOTV

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