jueves, 22 de abril de 2010

En Concreto

Laura Itzel Castillo


21 de abril de 2010 ¿Alguien se acuerda de aquella frase de campaña: “El Presidente del empleo”? Seguro que sí. Resultó tan fraudulenta como la elección misma de Felipe Calderón.

El Presidente ilegítimo, paradójicamente, ha hecho crecer la desocupación, la subocupación, los empleos informales, la migración laboral y, consecuentemente, la delincuencia. Su política antilaboral es, al mismo tiempo, privatizadora. A pesar del creciente desempleo, no tuvo empacho en mandar a la calle a más de 44 mil trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. En contraste, la burocracia ha crecido como nunca antes bajo ningún régimen presidencial, hasta alcanzar la cifra de 158 mil 986, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

Lo peor es que, como producto de esta pésima conducción económica y política, existe una generación sin presente ni futuro, que ha dado lugar al fenómeno conocido como los ninis, es decir, jóvenes que ni estudian ni trabajan. El número actual supera los 7 millones.

En lo que va de la administración de Felipe Calderón el número de desocupados en el país se ha incrementado en 954 mil. De un millón 601 mil personas que se encontraban desempleadas en diciembre de 2006, la cifra creció a 2 millones 554 mil en febrero de 2010, de acuerdo con el INEGI.

Los datos oficiales exhiben al secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, quien asegura que los empleos perdidos a causa de la crisis de 2008 ya se recuperaron, y que tan sólo en el primer trimestre de este año se generaron 290 mil.

Sin embargo, el INEGI sostiene que la tasa de desempleo actual es de 5.43%. Además, los empleos generados llegan apenas a 47 mil 781, cantidad que dista mucho de los 290 mil que presume el gobierno federal en los anuncios de radio y televisión.

Los datos de México contrastan mucho con los indicadores internacionales de desempleo. Por ejemplo, en Estados Unidos la tasa de desocupación ronda el 10%. En España, se ubica en 19%. La Unión Europea, por su parte, reconoce una tasa de 20 por ciento.

La disparidad entre las cifras de desempleo en México y el mundo radica en la medición, ya que nuestro país contabiliza a personas que no trabajan, pero que hicieron por lo menos un intento durante un mes.

Estas y algunas otras cifras más fueron las que señalé en el discurso que pronuncié en el Foro Laboral que organizó el Sindicato Mexicano de Electricistas en la Cámara de Diputados, la semana pasada. En respuesta a mis declaraciones la Secretaría del Trabajo emitió una carta dirigida a distintos medios de comunicación, donde refuta las cifras que di en el evento mencionado.

Desde aquí quiero recordarle al señor Lozano Alarcón lo siguiente: la institución facultada por ley para calcular y ofrecer cifras en relación al empleo y desempleo en México es el INEGI, no la Secretaría del Trabajo, ni el IMSS. Así de simple.

Fuente: El Universal
Difusión: soberanía popular

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