Remodelan la sala de juntas, que se llamará Salón Constituciones de la República
Francisco Rojas ordena desmantelar en San Lázaro la millonaria pecera de Elba Esther
La bancada del PRI en la Cámara de Diputados decidió remodelar la sala de juntas que en 2003 montó Elba Esther Gordillo con un costo de 6 millones de pesosFoto José Carlo González
Enrique Méndez y Roberto Garduño
Periódico La Jornada
Miércoles 12 de mayo de 2010, p. 13
Hace seis años, cuando se desempeñó como coordinadora del PRI en la Cámara de Diputados, Elba Esther Gordillo ordenó la remodelación de su oficina y mandó construir una sala de juntas con paredes de vidrio de media pulgada de grosor, que por esa característica fue denominada por los priístas como La pecera o El serpentario.
Ahora, por instrucciones del coordinador priísta en San Lázaro, Francisco Rojas Gutiérrez, esos cristales, la mesa ovalada, el equipo de sonido estéreo, el sistema de aire acondicionado, el plafón, una cortina de agua y el piso, que en 2003 costaron 6 millones de pesos, fueron levantados por una cuadrilla de trabajadores.
La remodelación que emprendió el PRI para las oficinas de Rojas, las salas de juntas y de espera pretende no sólo eliminar todo vestigio del gusto personal de Gordillo en interiores, sino también que se impondrá un nombre para borrar el de La pecera: una vez terminada la obra se llamará Salón Constituciones de la República.
Si bien al inicio de la actual legislatura las oficinas de algunos diputados fueron remozadas, la coordinación del tricolor es la única que ha formalizado la de su salón de reuniones.
Diputados priístas informaron que la decisión de invertir recursos en la renovación fue explicada por Rojas Gutiérrez en una de las sesiones del consejo consultivo de la bancada –órgano en el que se reúnen los coordinadores de los estados y los tres sectores del PRI–, aunque rechazaron ofrecer datos sobre el monto del gasto.
Sin embargo, el piso que ya se ha colocado en casi toda el área de la sala de juntas –de aproximadamente 100 metros cuadrados– es de mármol, en sustitución de la loseta colocada en 2003 por instrucciones de Gordillo.
Ese espacio fue rodeado con tablarroca, para mantener aislados a los trabajadores –electricistas, carpinteros, yeseros, albañiles y herreros–, a quienes se les dieron instrucciones de mantener la puerta provisional cerrada y no hablar con nadie sobre los detalles de la obra. Inclusive, el capataz se negó a permitir el acceso a reporteros y fotógrafos.
Aun así, desde el jardín norte de la Cámara, adyacente a la sala de juntas, se puede observar el material almacenado: las cajas de mármol, los costales de pegazulejo y los rieles para el plafón, así como las máquinas cortadoras de piedra, los viejos aparatos de aire acondicionado y desperdicios.
Los electricistas avanzan en la colocación del cableado y las nuevas lámparas, y los yeseros en el montaje del falso plafón.
Fuente: La jornada
Difusión AMLOTV
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