El ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, derrocado mediante golpe de Estado a mediados de 2009, exigió este lunes, tras reunirse con el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, que retorne la "libertad democrática" en su país, ante la persistencia de denuncias de violaciones a los Derechos Humanos (DDHH).
"Que el que no está de acuerdo con la forma en que se está ejerciendo el poder en el país desde el golpe de Estado (28 de junio de 2009) lo pueda manifestar y que por eso no sea perseguido, asesinado ni muerto", manifestó Zelaya como una petición al Gobierno de Porfirio Lobo, sucesor del régimen de facto en Honduras.
Durante declaraciones a la prensa en el palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo ecuatoriano, donde mantuvo una reunión reservada con Correa, el derrocado presidente de Honduras pidió para su nación "independencia en los poderes" y no sectarismos ni "persecución política".
Zelaya reiteró su reclamo, para la "separación de personas que estuvieron implicadas en el golpe de Estado y que siguen ejerciendo cargos dentro de la administración del poder Judicial y de la Fiscalía".
El ex mandatario hondureño se encuentra residenciado en la República Dominicana desde el 27 de enero, cuando Lobo le otorgó un salvoconducto para que abandonara Honduras tras permanecer más de cuatro meses en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.
En este sentido, remarcó que es necesario que en su nación se reconozca que los "hondureños no podemos vivir en el destierro ni en el exilio".
Tras las declaraciones de Zelaya, se anunció que luego de su cita con Correa, se reunirá con los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Argentina, Cristina Fernández.
Zelaya fue secuestrado y obligado a abandonar el país el pasado 28 de junio. Fuerzas Militares lo trasladaron a Costa Rica y se instauró el Gobierno de facto de Roberto Micheletti, quien hasta ese momento ejercía la presidencia del Congreso.
Luego, el 21 de septiembre, el presidente derrocado logró a entrar al país, de manera cauteloso, tras evadir una serie de retenes militares que le impedían la entrada, y se refugió por más de cuatro meses en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, desde donde impulsó la lucha de la resistencia para exigir el retorno de la constitucionalidad.
Por su parte, el Frente Nacional de la Resistencia Hondureña (FNRH), ha elevado su protesta ante lo que considera una violación sistemática a los Derechos Humanos en su nación, que persiste tras la instauración del régimen de facto, luego del rompimiento del orden constitucional.
Fuente: TeleSur
Difusión: soberanía popular
No hay comentarios:
Publicar un comentario