Javier Solórzano Zinser
Vitral
16 de abril de 2010
”Te tengo una buena y una mala”
El miércoles, poco antes del anunciado debate entre el senador Carlos Sotelo del PRD y Javier Corral del PAN, cuando estábamos por llegar al Senado para conducir un debate que había iniciado el viernes anterior en Radio 13, en el noticiario matutino que conducimos nos llamo el senador Sotelo. Nos dijo: “te tengo una buena y una mala”. La “mala” era evidente, no habría debate, la “buena” no lo alcanzamos a vislumbrar. La “buena” efectivamente era y es atractiva y digna de consideración: la posibilidad real de que se discuta y apruebe una reforma integral en materia de medios de comunicación en el corto plazo. La propuesta es que desde ayer mismo entrara en comisiones para subirla al pleno lo más pronto posible, se habla del jueves, para inmediatamente ser enviada a la Cámara de Diputados como minuta para su aprobación.
Nos reunimos en un salón del Senado y me comunicaron el acuerdo. Corral y Sotelo explicarían porque no habría debate y quién escribe haría la veces de presentación del breve acto y diría unas palabras. La importancia que se le dio al tema fue mayor. Desde las primeras horas del miércoles se reunieron senadores del PRD y el PAN para buscar un acuerdo. La impresión que nos quedó fue que querían prioritariamente evitar una nueva confrontación como la del viernes en Radio 13, se trataba, nos dijeron, de “trasladar el debate al interior del senado”.
El planteamiento es interesante pero digamos que no da para ser optimistas. Las reformas no van a pasar tan fácilmente. Entre telediputados y los intereses de las televisoras en el Senado va a ser difícil que la reforma integral pase por una especie de fast track. A esto agreguemos que en el momento en que el proceso entre en otra etapa los intereses y la voluble y contradictoria CIRT hará valer sus intereses. Cuesta trabajo entender a la cámara de radio y televisión. Hace cuatro meses publicaron un impulsivo y desafortunado desplegado en contra de la propuesta de Sotelo y ahora resulta que la apoyan.
El PRI es otro gran actor. Tiene en sus manos buena parte del desenlace de esta historia. Su vieja relación con los grandes medios sigue siendo el factor. La disyuntiva es clara: o toma el camino de la reforma integral con todo y que sus aliados los medios de comunicación se inconformen, o de nuevo deja pasar la posibilidad de asumir un compromiso social. No está fácil la decisión porque no es claro donde empieza y donde termina la relación entre los medios y el PRI. La democracia mexicana ha pasado por casi todos los terrenos menos por el de los medios de comunicación.
El no debate se convirtió en una buena noticia a pesar de que nos quedamos con ganas de escuchar las ideas de dos buenos personajes. Van preguntas. ¿Hasta dónde llegara la reforma? ¿Qué hará el PRI? ¿Volverá la industria a escuchar sólo a los poderosos? ¿Pueden unirse las posiciones de Sotelo y Corral? ¿Pensarán los legisladores en la urgencia de las AM? ¿Entraran al tema de la dominancia, competencia y concesiones? ¿Cuándo sabremos que piensa el duopolio más allá de lo que diga la CIRT, aunque en el fondo pudiera ser lo mismo? Si no le entran a estos asuntos, entre otros, el no debate terminará por ser un desliz más de una clase política que no quiere comprometerse, y que lo único que hizo al evitar el debate fue tratar de no mandar señales confusas en medio de las alianzas electorales entre PAN y PRD.
¡OUUUCCHCH! Lo dos iban con todo. No habría concesiones. De seguro también en eso pensaron desde las ocho de la mañana en el edifico del caballito.
Fuente: El Universal
Difusión AMLOTV
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