México D.F., 14 de abril de 2010 (Cencos).- Hace mil 441 días la injusticia y las violaciones de derechos humanos llovieron sobre San Salvador Atenco. Ahora, aunque todo parece tranquilo los elementos de seguridad de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) van cercando gradualmente su sede; han sido informados: un grupo de madres de presos políticos del penal Molino de Flores, Estado de México, quieren hacerse escuchar y “meterles presión a los magistrados”. La respuesta del sistema de justicia hasta ahora es de oídos sordos.
Ya con el acceso restringido, llegan esparcidas camionetas y coches del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), se apostan frente a la sede del poder Judicial, extienden mantas, platican en grupos, encienden las bocinas... las madres actualizan a los conocidos sobre las condiciones carcelarias de los 12 presos mientras se ajustan los sombreros de palma, los paliacates rojos y sus característicos machetes.
Mientras, funcionarios de gobierno les dicen que el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea recibirá a una comitiva. Él es el encargado de elaborar el proyecto de dictamen que resolverá en definitiva todos los procesos judiciales con los que se criminalizaron a los activistas de San Salvador Atenco por defender a floricultores de Texcoco el 3 y 4 de mayo de 2006.
Francisca, madre de Oscar Hernández Pacheco; Eugenia, madre de Edgar Eduardo Morales Reyes: Maribel, mama de Julio César Espinoza Ramos; Leonor, madre de Román y Jorge Ordoñez Romero; y Enedina, que también se une a las consignas para liberar a su hijo Rodolfo Cuellar Rivera, exigen al Ministro Lelo de Larrea que la justicia llegue a los presos de Atenco de manera “pronta y expedita”, luego de casi cuatro años.
Además, junto a su presión y demandas, entregaron una carta de los nueve presos de Molino de Flores donde, citando una Tesis que el propio pleno de la SCJN hizo en agosto de 2002, les recuerdan que la presunción de inocencia está implícita en la Constitución y que no deberían estar presos hasta que pudieran comprobar los supuestos delitos de “secuestro equiparado” por los cuales fueron privados de su libertad. Más abajo se lee que la justicia sea para todos, para ellos, para Oaxaca, refiriéndose a la represión contra la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO), y para los padres y madres de los niños muertos en la Guardería ABC.
En el penal del Altiplano y en Molino de Flores hay impaciencia y reflexión; en las oficinas de los ministros, ambiente de burocracia y un rumor acallado de gritos de justicia que desde afuera insiste: ¡Atenco vive, la lucha sigue! y música de protesta que acompaña el mitin.
“Ellos no entienden” me dice un atenquense refiriéndose a los ministros, “la justicia y libertad de nuestros compañeros es cosa de sentido común”.
Fuente: CENCOS
Difusión: Soberanía Popular
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