¿Refundación o refundición en el PRD?
Me hubiera gustado que el Congreso Nacional del PRD promoviera su propia revolución democrática, con medidas concretas que apunten en este sentido:
El partido se ha cerrado. Solo atiende los intereses de los líderes de los grupos de interés y de presión mal llamados “corrientes”. Se la pasa peleándose consigo mismo y ha terminado por espantar o ahuyentar a gran parte de la ciudadanía. Por eso debería convertirse en un partido abierto a la sociedad.
El partido ha llevado hasta la ignominia, su práctica del presidencialismo aunque en su versión más bárbara, el caudillismo.
Como paradoja importante de su quehacer político, ha convertido al dinero en la única palanca de su labor. Hoy ninguno de sus dirigentes, “da brinco sin huarache”. Debe modificar su Estatuto para que las dietas y salarios que perciben sus legisladores y altos servidores públicos, sean considerados patrimonio del partido y no de las personas que ocupan dichos encargos.
Ha absorbido la cultura política del viejo régimen. Clientelismo, caudillismo, corporativismo, paternalismo, acarreos, fraudes electorales internos, nepotismo, son sus características. Se ha convertido en una escuela de mañas para acceder al poder por el poder mismo. Ahí cursan gran parte de los integrantes de los grupos señalados. Por ello, debe retomar su original aspiración de convertirse en una universidad abierta a todos aquellos que aspiren a ser los mejores ciudadanos, legisladores y servidores públicos.
Los delegados del partido a sus Congresos, son fraudulentos y representan, solamente, a las cúpulas de sus grupos. Se han estatales y municipales y delegacionales, deben ser electos por sus comités de base.
Como también “les dije” lo que ocurre en Iztapalapa, cuando eligieron a Juanito como candidato, dizque para salvar a Clarita: que con lo que hacían, estaban incubando la ingobernabilidad en mi tierra, ¿se acuerdan? Lo que mal empieza, mal termina. Ahora el sentido común indica que entre el carnal Marcelo y la ALDF, tendrán que elegir a un tercero aceptado por todos. ¡Y pensar que en el PRD abundan los Juanitos y las Claritas!
Fuente: El Periódico
Difusión AMLOTV
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